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Qué tens Chapurriau?

Qué tens Chapurriau?

Eres mol importán, pero, al matéis tems, eres mol sensill, te presentes com un poc de tinta, a la manera de ralles, adornán una fulla de papé blanc.

Eises ralles de tinta tenen més forsa que una maroma per més forta y gorda que sigue.

Tamé te presentes com un bufet de aire eisín per una boca, fen un soroll suave, un sentimén fet palaura, y aisó arribe al cap de la chen y los alegre la vida o tamé los fa plorá pels recuerdos que li acompañen.

Un home me contabe l’atre día:

– A medida que me anaba arrimán a l’Aldea, anaba més a poquet en lo coche, sense tancá los ulls, me imaginaba, veía a los dos anchelets de Daball del tellat, caminán arrastrats, amaganse detrás dels coscolls, pa podé entrá al poble, pa podé torná a casa.

Me va doldre no tindre tems pa podé seguils, aná en ells y viure eisa aventura de guiarra, pero tamé de amor y sensibilidad.

Tornaré y me sentaré a les bancades de la plaza, en lo llibre a la ma, veen pasá als condenats dels dos costas, patín pero tamé veen la forsa de la boda de José y María. Seré un dells, un més de la chen del poble de aquell tems.

Les lletres me achudarán, yo seré Miguel, yo seré lo retó chove y yo seré Jesús. Y cuan arribo la palaura FIN, tornaré tranquil y felis a la meua vila, perque tot aisó u hauré llichit u hauré sentit y u haure viscut en la meua llengua. Una cosa que no se ha vist mai a este terreno.

Una dona me va di:

– Vach comprá lo llibre com casi tots. Al poc un cuquet va escomensá a rondá pel meu cap, tenía ganes de arribá a casa. Cuan va se hora, no me vach entretindre ni en sená, habíen picat algo al salón. Me vach cambiá y me vach sentá, sense ensendre la tele, no me interesae, vach ubrí lo llibre y vach escomensá a llichí, me vach ensenegá, ralles y més ralles. Sense donamen cuenta la chica se había arrimat y me va di:

– ¿Qué te pase mare? estás plorán.

– ¿Yo? ¡Qué va!

Pero teníe raó, tenía los ulls bañats.

– ¿Tan interesán es? A ver disom sentá a la seua bora, ¿Aón va llichín?

Li vach enseña la ralla que estaba mirán….

Al rato los cuatre ulls estáen bañats.

Es que som unes plorones. Y tamé que torná a viure uns tems olvidats, poden tindre eise efiacte.

Mentres lo picoteo, vach vore un home sentat, llichín per mitat del llibre. Vach voldre feli una broma:

– ¿Ya vas per ahí? Sí que llichises depresa.

Se va enriure y me va contestá:

– ¡Que va! Tenía curiosidat, no me apetíe minchá res y hay ubiart lo llibre per la mitat, hay escomensat a llichí y me ha interesat, ara estic enganchat a ver cóm acabe.

Ñabíe un atre home que mentres se arrimáe la hora de la reunió, lo ambién de Chapurriau que se respirae, li va calá per dintre, va pillá lo móvil y sen va aná, ell sol.

– ¿Aón vas?

– A doná una volta.

– Mira que ya es tart.

– Torno enseguida.

Y va se verdat, als vin minuts, ya tornáe, contén.

– ¿Cóm ha anat?

– Volia vore tres o cuatre puestos: lo portal, la iglesia, lo sechá, lo conejar y algún atre puesto més. No me hay pogut entretindre, hay fet fotos y a casa chalaré miranles y enrecordanme de cuan era menut y caminaba per eisos puestos.

Aquella trovada ademés de llibres y picoteo va repartí ilusió. De aquell salón, sense que dingú diguere res, van eisí persones en ganes de parlá la seua llengua, de deféndrela, de apoyala y algú hasta de cantala y escriurela.

Es la forsa en la que está tornán, está creisén una llengua machacada, insultada, despresiada, apartada, negada y maldita.

Pero un grapat de chen se va dona cuenta de que daball de la siandra aón la van cremá, van quedá unes brases, unes brases que van replegá, les van guardá, bufán en la “mancha” y si fae falta hasta en la boca, pa que no se apagaren. Y poc a poc la flama va tornán, ya tenim foc atre camí, ya tenim al Chapurriau, poc, pero tenim mol tems per daván, y la seua caló mos done forses pa torná a parlal, ara en veu alta, sense avergoñimos y a escríurel, tots tenim moltes coses pa contá en eisa tinta al papé.

Grassies Amics per lo vostre treball, grassies chen que hau despertat y aneu fen piña en ells.

Lo agüelo Sebeta, histories desde lo Matarraña


La sort.

La sort.

El Gordo cae en Beceite, 88008

PRIMERA OPORTUNIDAT
Día sinc de chiné de 1973, vespra del día de reis, en que se sol fé lo sorteo de la loteria del Niño.
Teruel, capital. Plasa del Torico, Cafetería Dorado, part de dal, discoteca Java, la única que está ubiarta.
Siat de la tarde. A la Sala, tres parelles, una ballán, l’atra fen com que ballen y la tersera, sentada, se mauen pero no ballen.
A la entrada dos chovens. Un es lo que pose los discos, l’atre es un polisía mol chove. Teruel es una siudat mol tranquila. Ell va allí, perque li agrade la música y pa que no entron chen que no tingue la edat, ña que guardá les apariensies.
Pasen lo tems charrán de moltes coses. Avui u fan de la lotería del atre día.
Lo dels discos diu:
– Porto pocs números, pero ne voldría tindre un que sigue més menut de diau mil, ting un capricho y me falte eise número.
La administrasió de Lotería del Tozal, (tosal, tos sone en chapurriau) número u de Teruel, está a sincuanta metros. Lo polisía se oferís.
– Si vols vach a ver si encara ne quede, me coste poc.
– Home, si no te importe, es que me ronde al cap que caurá a Teruel.
Lo poli s’envá. Arribe a la Administrasió. Está la dueña, lo conéis.
– Buenas tardes. Ya queden pocs billets. Qué vol.
– Vull dos billets de un número que sigue més menut de diau mil.
La dona mire lo escaparate allí ña dos números que son més menuts de diau mil. De un ne queden dos billets y del atre tres.
Pille lo de tres, pa tallán dos.
Pero lo compradó tamé había vist los dos números e (inosén), pa no fela treballa, li diu:
– Donom eisos dos, que están sols, aisí no té que partils.
La dona, deu sabrá per qué, insistís:
- Que a mi me es igual tallán un.
– No, NO, ara que lo hay triat, donom eisos dos.
Y aisí se va acabá la venta.
Torne a la discoteca, li done lo billet al amic, lo cobre y seguisen charrán. Se acabe la sesió y cada musol al seu niu.
Teruel, capital, día sis de chiné Comisaría de Polisía, tretse hores. Luiset está treballán. Arribe un compáñ, tot entusiasmat:
– Que ha tocat la Lotería a Teruel, ara están parlán per la radio.
Fiquen la radio:
– Les hablamos desde la Administración número uno, estamos con la propietaria. ¿Podría contarnos alguna anécdota de este sorteo?
Conteste la meua amiga:
– Pues si. Ayer a última hora vino un cliente a comprar dos décimos de un número que fuera menor de diez mil, yo le ofrecí el que ha salido premiado, pero él se empeñó en llevarse el de al lado.
Qué vista ting. Y aisó que lo amic, me había avisat: Ting un presentimén: Caurá a Teruel y VA CAURE.
SEGUNDA OPORTUNIDAT
Cuan sol ñabíe lotería los disaptes, dos amics del Matarraña van tindre esta aventura.
Eren amics de sempre. Un va tindre la sort de trobá treball al poble y podés quedá a viure allí. L’atre se va tindre que buscá la vida y la va trobá a Saragosa.
Se veíen de cuan en cuan, un camí al mes. Com al poble no ñabíe loteria se van posá de acuerdo. Lo de la capital compraríe un desim totes les semanes y lo chugaríen entre los dos.
Los dos eren mol mirats, lo del poble sempre estáe adelantán les perres y lo de la capital, cada camí que tornáe al poble, duye los billets de totes les semanes pa demostrá que los habíe comprat.
Lo domenche que veníe lo de la siudat, portáe los desims de totes les semanes y lo diari pa podé mirá la llista.
Se chuntáen al café a fe lo vermut. Sempre a la mateisa taula. Cuan arribae lo lotero lo llauradó ya estáe sentat. Lo que veníe li disáe los desims chugats a cada sorteo y lo diari y s’enanae a demaná lo café, mentres latre miráe sils había tocat.
Una volta, había arribat lo de la capital, había disat los papes a la taula pa que los mirare l’atre y estáe demanán café. Cuan lo seu amic que había vingut corrén se li abrasae y sol fae que cridá: “Mos ha tocat”, “Mos ha tocat lo primé premio”, ….
Tota la chen del bar los miráe en envecheta.
Lo de la siudat més calmat, li va di:
– ¿Estás segú? anem a mirau atre cami.
L’atre no cabíe dintre de la roba, a una ma lo desim, al atra la llista dels premios.
Se van sentá: Van mirá lo numero y la llista. ¡Allí estáe! Lo numero del billet ere lo matéis que lo del primé premio.
Lo de la siudat no se u podíe creure, si haguere caigut, hagueren dit algo per la barriada y dingú había dit res.
Va torná a mirá lo número, la llista. Ere lo matéis número. Pero ñabíe algo que no cuadrae, lo dibujo del billet no ere lo de la llista.
Aquell billet ere de la semana de abáns. Se habíen adelantat una semana. Lo habíen chugat la semana de abáns y habíe tocat ésta. ¡Qué mala sort! Per siat díes.
TERSERA OPORTUNIDAT
Cuan yo treballaba, estaba a la Jefatura. Teniem ofisines per les barriades. Cuan arribáe lo sorteo de Nadal, ere l’únic que chugaem, mos cambiaem desims y si tocae a cualquier puesto, pos mos tocáe a tots.
Me vach chubilá. Al atre añ, ya no estaba a la empresa, pos eise añ va tocá un cuarto premio a una de les ofisines. Un milló de pesetas a cada billet. Me vach chubilá un añ masa pronte.
Per Nadal, ñabie la costum de cambiá billets en algúns amics, en pocs, perque si no, no te dones cuenta y te s’envá un dineral.
Pel meu treball, me duya mol be en lo chofer que replegae los morts. Sempre cambiabem un desim y ell aprofitáe:
– Al poble de la dona compren lotería en recárrec pa achudá a pagá les festes ¿No men compraríes un?
– Sí, home.
Y aisí tots los añs, pero va arriba un que no me va di res y me va estrañá.
– ¿Qué no han fet lotería al poble de la teua dona?
– Si, pero l’añ pasat nels va sobrá molta y entonses enguañ ne han fet poca y se ha acabat enseguida. Si vols ten sedisco un duro de la meua.
– No home, no te vas a quedá sense res, tú.
U hau asertat, los va tocá un cuarto premio. Un atre milló que va volá.
CUARTA OPORTUNIDAT
Ya u diuen, no ña tres sense CUATRE.
Este añ que estem, pal sorteo del Niño. La vespra, 5 de chiné, les siat de la tarde. Anaem la dona y yo fen les raderes compres pal atre día. Veníen tots a diná a casa.
Vam aná a la carnisería. La carn este añ estáe cara. Vach pagá en dinés. Me van sobrá dos billets: un de vin y un de diau.
Portaem dies parlán en la dona que, com es un sorteo que te tres terminasións, pos una de les que mos faltáe ere lo cuatre. Yo ne volía comprá un que acabare en cuatre. La meua dona que no, que es un número mol feo, que no is mai y ademés aquí a la administrasió del barrio no toque mai.
Yo, per dintre de mi, anaba rosegán en lo cuatre. Portaba la tarjeta del bus en pocs viaches, la tenía que recarregá y llugo trauría dinés, pos no me agrade aná en la cartera despullá. Vam pasá per un quiosco y vachs entrá a carregá la tarjeta. U tenía pensat, diau pa la tarjeta y en lo billet de vin aniré a la administrasió, que está a vin metros, y pillaré un desim en cuatre.
Pero, sense donamen cuenta, al treballadó li vachs doná la tarjeta del bus y lo billet de vin. Ya no podía comprá lo desim. Encara u vachs casi intentá, vachs traure dines del banc y cuan li anaba a di a la dona que men anaba a la lotería, me va di que se sentíe mal, que la acompañara a casa.
Y ya se me va olvidá la lotería y lo CUATRE.
Al atre día va sé lo sorteo, lo gort va acabá en cuatre. Dingú va di que haguere tocat a Saragosa.
Vachs eisí a comprá pa y al pasá per la administrasió de loteria un mun de televisións y micrófonos.
Conesco al amo, se me va arrimá:
– Que hemos vendido doce millones del gordo. Nos lo mandaron a última hora, porque nos quedamos sin la terminación en cuatro y los dos últimos días estábamos vendiendo el gordo en cuatro sin saberlo. Hasta hemos devuelto seis que nos sobraron anoche.
Les poques voltes que chugo a la lotería, cuan milló u paso son los díes de abáns. Ensomnio que me toque. No dic res a dingú. Mos chuntem la familia a diná y al postre los dono la sorpresa y mos repartim les perres.
No u vachs sabé fe, la diosa fortuna va fe lo imposible pa que me tocare y hasta la familia estáe reunida a casa, pa la hora del postre.
No teníe que sé.
Te consoles, no te quede més reméi. A alguna chen la loteria ha segut la seua desgrasia. Tamé han ñagut que la han sabut aprofitá.
Penses y penses y dius:
– Estic aquí, dispués de la tamboriná. La familia va tirán. La salut, a uns atres los va pichó.
Entonses me vachs creisen y me dic la sort, la sort sou vatres los meus amics y lo GORT es que ting la meua llengua LO CHAPURRIAU.
NOTA: A la nostra manera de parlá, ña un atra cosa a la que tamé se li diu SORT: es un bancal gran, una parada, aisó es un atra SORT. Camino hacia la fon del pas, los estiradós y la sort

Ña que tindre cuidau.

Ña que tindre cuidau.

Estos díes de abáns vachs posá aquí una charrada contán la trompá que me vachs pegá.


Estos díes de abáns vachs posá aquí una charrada contán la trompá que me vachs pegá. Ere una carta que me van traure al Heraldo.

Una amiga meua, dotora, sense donás cuenta qui la firmae, va vore lo títul y li va interesá. Se va posá a llichila y se va estrañá. Lo que contáe aquella carta ere lo matéis que li habíe pasat an ella uns díes abáns. Cuan la va acabá y va vore la firma, me va cridá.

Me va contá que un día se va trobá turigañán, com si haguere pillat un catarro sense importansia, en una poca de tos. Per pura rutina, se va fe lo test y resulte que li va eisí que sí, que teníe lo “bicho”, lo Covid.

No se va preocupá, pos ere mol pasable, casi ni arribae a catarro.
Un paracetamol per si a un cas y prau.

Al atre día se estae duchán y va notá com si se marechare. Com u había aconsellat tans camíns als malals de la seua consulta, se va sentá an tiarra y se li va pasá.

Se va eisecá, pa seguí y atre camí va nota com si sen li anare la llum dels ulls, se va torná a sentá an tiarra. Un ratet més llarc y se li va pasá. Preocupada ya, se va torná a eisecá y va tancá la ducha.

Pero alló no paráe, un camí més va nota que sen li anáe lo cap y atra volta se va sentá an tiarra. Cuan se li va pasá, va cridá al seu home, que tamé es dotó, y que estáe a un atra habitasió.

Se va agarrá al grifo pa está més segura y se va aná eisecán poc a poc.

Ya no sen enrecorde de res més. Lo seu home, que estáe arribán, va sentí un ruido, va entrá corrén al cuarto de bañ y se la va trobá tirada an tiarra, sense coneisimén, en un tall al cap y un charco de sang.

Lo que va pasá dispués va se lo matéis que me va pasá a mi, no tos vull cansá repetinu.

Si sentises que tens malaire, séntat an tiarra, si pot sé chitat, y eiseca les garres, pa que la sang te baiso al cap y ademés perque, si encara aisí te mareches, ya estás tirat an tiarra o sigue no caurás de mol alt y, lo més normal, es que no te fasques cap de chirlet o borraco.

No tingues vergoña, fesu, encara que estigues al carré, tu vals mol més que lo que la chen pugue di o pensá al voret tirat.

Buenos pues aisó séntat o chítat y crida an algú, pa que vingue, te achudo a eisecat y te acompaño al sillón o al llit, hasta que se te paso del tot. Si vas agarrat al bras del atre, encara que te marechos, ell te sostindrá o te acompañará hasta disat an tiarra y te lliurará de la tapasá o de la tamboriná.

Teniu mol cuidau. No sé per qué pasen estes coses, pero ya veeu que pasen.

Maldita sivilisasió.

Les aventures del agüelo “Sebeta”: Maldita sivilisasió.

Charrada com totes les raderes meues, un poc trista y dura, per lo que demano als amohinats y als que estiguen baisos de moral, que sen envasquen a un atra paret més alegre. Avisats esteu, llugo no vingau que si la agüela fume.
Ham pasat uns díes a la playa. Be, bon tems, la aigua del mar calenta, sense Ana, ni res. Mol be.
Me sentía com a Luiset, caminaba per la playa, sense corre per los añs y les garres. Pero com una dotora, amiga meua, me va di que calsigara l’aigua, pa descarregá la energía negativa, la potechaba hasta en forsa, a ver si aisí caie tota y me quedaba lliure de un camí.
Bon minchá y de vacasións. Poca chen, dingú te molestae. Pa acabau de fe divertit, vachs tindre la aventura del buitre, que tos contaré un día de estos. Que be se está cuan se está be, en bona chen. Me veníen idees al cap, cosa que ya fae tems que no pasáe. Pero tot se acabe. Air vam torná a la “sivilisasió”.
Encara me duráe la bonansa de la playa, hola Antonio, Adios Aurelio, hasta vachs saludá a la chica que está demanán almoines a la porta de Mercadona, ella me va regalá una riseta. La vida es alegre. Tot va be. Vachs comprá, me va tocá una cajera amable. Ya te dic, be.
Pero, al eisí, per la mateisa sereta que yo puchaba, baisae una chica, una dona, suposo una mare, en tres chiquetes.
Aisó ña que esplicau. La chica gran, uns diau añs, anae en una cadira de rodes, en lo cap bais, pareisie que ya no li quedaen llágrimes, cara seria, mol seria, sabíe lo que tenie y estáe conforme, pero algo li pasae, se notae.
La michana, tendríe uns siat añs, anáe espentán la cadira de sa chermana, ere baiseta, no arribae ni adal de la part alta de detrás de la cadira, anae mirán entre los barrots, pa guía la cadira.
La menuda, tindrie tres o cuatre añs, anáe dabán, ubrin pas, estáen arribán a casa, ubririe la porta y la mantindrie ubiarta pa que puguere entrá be la cadira, anae mol chustet.
La jefa, portae cara de vinagre, se notae que no estáe contenta en lo papé que li habíe donat lo directó de la vida, mirae a tot lo mon en cara de mal genio, com si los demés tinguerem la culpa. Anae a la bora del carro, pero no se dignae ni se espental, ni dirigil. Per la cara agra que duye, se debíe de acaba de beure mich litro de llimó sense sucre.
Van arribá a la porta, anaen a entrá, la menuda la primera, va ubrí la porta de par en par y la va sostindre ubiarta pa que pasaren les demes. La michana va enfilá la entrada, pero sa mare va voldre entrá al matéis tems y va espentá la cadira que va chocá contra lo brancal de la porta de la ma isquiarra.
Los piaus de la chica gran van entropesá en lo marc de aluminio. ¿Se haurie fet mal? No va protestá, no se va queisá, lo mal anáe per dintre. Desde llugo ella no habíe tingut cap de culpa, tampoco la michana perque la habíen espentat.
Pero se va escoltá la veu ¿veu? de la algarsa: “No si tampoco lo cap lo tens be.”
¿Tos doneu cuenta de la burrada que habíe dit la bruisa en un santiamén? Li acabae de di a una cria presiosa, impedida, que tot u teníe mal, hasta lo cap que debíe sé lo únic que li funsionae. Y se va quedá tan tranquila, yo diría que hasta satisfeta. No li va cambiá la cara, bueno si se habíe tornat un poc més fea y aisó que deu de sé una dona guapa, pero no sé cuán.
Yo estaba pasán, pero se me quede grabada la cara de la cría de la cadira. No va di res, no va cridá, no se va queisá, no se va rebelá, ya estáe farta de resibí insultos, males palaures, ni un cariño, ella, la pobra que no habíe fet res, ere la que teníe la culpa de tot. Aquells ulls, mol fondos, no miraen cap a fora, estáen ensimismats mirán cap a dintre, al seu cor, cuán més podríe patí. Les dos chermanetes se li van quedá mirán en compasió, en cariño, en pena per no podeli achudá, alló debíe de se costum de tots los díes, tamé va ñaure alguna mirada de rabia cap a sa mare, pero se notae que ñabíe po.
Eisa chiqueta que a un atre puesto haguere pogut sé un poc felís, mai u serie, estáe condenada a aquell infiarn, tan chove y tan vella, de nit y de día, mai tornará a caminá, ni siquiera Deu li donará forsa pa eisecás un día y di men envach.
Qué dura es la vida. Tres metros de sereta sen van endút la alegría almasenada mentres diau díes.
Maldita sivilisasió.
(Sí ya sé que estes coses poden pasá a cualquier puesto, pero air habíen pasat aquí y dabán de mi. Vachs sé cobart, no me vachs atreví a dili res a la rabosa, perque sé que al remat la meua queisa la haguere pagat una chiqueta que estáe sentada a una cadira, pero que no descansae de pati.)
Vachs crusá lo carré, lo de la tenda de enfrón es amic meu, me va cridá. Vachs entrá, mos vam saludá en alegría dispués de diau díes sense veuremos.” Fachs los añs.” Home! una alegría, ya ere hora la nesesitaba. Sí, sí.
Te vull contá una cosa- me diu- Los ulls bañats. Mal pinte.
Lo miro, dienli, sense parlá: Seguís.
Y u fa:
“Cuan treballaba al taller tenía un amic, menudet, pero mol gran com a persona, mos animae a tots, tocae la guitiarra y cantáe jotes.
Fa un añ va vindre a veurem. Teníe mala cara. ¿Qué te pase?
Hay pasat lo Covid y me ha disat com heransia una gran depresió.
Yo sabía lo que ere aisó, u vachs pasá cuan la meua dona sen va aná, abáns de tems, disanme sol.
Vachs intentá animal. Mira yo vachs eissí, me va costá, pero ya me veus.
Li vachs doná consells, pasecha, mol, no tingues tems lliure, prente les medisines, no estigues sol, viu en la familia, llichís, escolta música…..
La familia no teníe cap de problema, los había tocat la lotería fa un tems, uns cuáns millón, nols faltae de res.
Fa dos mesos, me va cridá per teléfono: Te crido pa dit que estic milló y perque sé que te alegrarás.
Pos home claro, vine un día y farem un caferet.
Y aisina vam queda.
Air me va crida son chermá: Lo teu amic sen ha anat al atre costat, sense avisá, lo ham trobat, sentat al sofá, a la seu bora una botella de aigua vuida y totes les caises que teníe dels seus medicaméns sense una pastilla ni micha.
No li había fet cas, se había quedat sol. Pero había segut obedien se había pres la medicasió, pero de mala manera, tota de un camí.”
Pa acabam de animá, me va posá dabán lo seu móvil: A la pantalla un home baisotet tocán la guitiarra y cantán una jota. Sol men enrecordo que, entre atres coses diebe: “Traidor Covid que destrozas familias, acabas de romper la mía……..”
Li vachs tocá lo muscle al meu amic, ell acabae de sentí parlá, bueno cantá, que encara es pichó, a un amic que ya no estáe aquí. Dels seus ulls baisaen purnes de aigua. Menuda manera de celebrá los añs.
Maldita sivilisasió,
Air de nit, me vachs chitá tart, no tenía son. Este matí me hay despertat, estae a escurines. De momén no veía res, no sabía aón estaba, hay pensat que tot lo que tos acabo de contá había segut ensomián y que seguía a la playa.
Pero, al ubri lo balcó, me hay donat cuenta de la verdat.
Maldita sivilisasio, ya no era lo Luiset, tornaba a sé lo agüelo “Sebeta”, mes vell si pot sé y en la esquena més encorbá per tot lo que me vach carregá air.
Es que me enrecordaba de una chiqueta a una cadira de rodes y de un mort cantán jotes.
Ya tornem a está aquí agüelo.

Cuan algo te falte.

Me imagino que, com tos pasará a vatres, en la vida normal, paso mols camíns per dabán de clíniques y hospitals.

Cuan, per desgrasia, hai tingut que está ingresat, en la soledat del llit, m’enrecordo de la chen que, fen la vida normal, pase pel carré sense enrecordás dels que están patín dins dels hospitals.
Entonses pensó y me dic, al atre camí que pasa per dabán de un de estos puestos, tornará al meu cap los ratos durs pasats allí dintre y me posaré al puesto dels que están ara allí, patín y, hasta ñaurá algú que ya no tornarán a eisí.
O sigue que vivim la vida, sense valorá les coses que tenim, hasta que un día mos falten y entonses mos donem cuenta de la importancia de lo que disfrutem cada día.
Poso com ejemplo la salut. Tots la vivim de contínuo sense donamos cuenta lo que val, hasta que un día algo falle y mos acatem de lo desagraits que som en la vida cuan tot va be.
Igual pase en los añs, los anem vivín, sense donamos cuenta de que los anem perdén, que no tornen a pasá. Ña que intentá viurels sense piarde un minut.
Cuan se arribe adal de la escala de la vida y mires cap a bais, te acates de tot lo que ha pasat, casi sense enterat y entonces te dol, es que ya te quede poc y no u has aprofitat tot lo que hagueres pogut.
Alguna volta si minches conill o llomo y les miquetes de carn te se posen per dins de les dens, ensomies en un simple palillo, presísamen en un cosa tan menuda y tan simple. Sol cuan te falte.
Cuan ña moméns que te trobes sol y te sens sol, sense dingú al teu voltán, te dones cuenta los bons que son los amics y la falta que te fan y entonces arribe lo día del teu san y veus que no te falten que ne tens un mun, que están ahí, encara que no los conegues y te felisiten y, encara que sigue, per un momén, per un día, feu una familia.
Y ara me ve a cuento un atra cosa, eisa envecha sana, pero envecha al fin y al cap, que ting a qui te la sort y la forsa pa quedás a la nostra tiarra, pa viure ahí aón vam naise, mentres que uns atres, tamé pa viure y doná vida a la nostra familia, vam tindre que marchá, que anamon de ahí, en lo cor, patín per dintre, per piarde los nostres arrails y, sobre tot, per piarde la nostra llengua.
A lo milló vatres que seguiu ahí no me enteneu, pero molta chen del mon del chapurriau, sí. Estos tems en que lo meu llibre “Cor de Mare” se ha estés entre esta chen, yo hai pogut parlá en ells, en elles y tots, no tos podeu imaginá cuáns, ham coinsidit en aisó.
Que tots volem a la nostra tiarra que se ha quedat allí, a la nostra familia que la tenim a la bora, pero trobem en falta a la nostra llengua, que sempre ha anat en natres, que la portem ahí dintre, chun al cor o, si me diseu, que es com lo nostre cor.
Que es com la salut, cuan mos falte, com la vida que mos s’envá; com los familias que han pasat al atre costat; que es mol importán pals nostres sentiméns; que per llun que estiguem, per més que hasquem deprés un atra y la fem aná; aquella, lo chapurriau es la nostra y, cuan algo te falte, u pases mal, perque u necesites com necesites la salut, com necesites la vida, com necesites als teus familiás.
Se que es difísil, mol difícil esplicau, perque los sentiméns que se porten mol fondos, desde abáns de naise, cuan están dintre de ta mare ya la sentíes parlá, nols pots cambiá ni tampoc esplicá; asó sol u entenen los que, per desgrasia, sentisen com tú, patisen com tú.
Y entonces cuan te arribe a les mans un llibre gort y dintre de ell veus lo teu parlá, lo llichises en afán, en cariño, no vols que se acabo mai, voldríes que fore més gort que no se acabare, encara que la historia que conte sigue correnta pero es que la llengua en la que está escrit es la teua y aisó u compense tot.
No sabeu les satisfacsións que hay sentit parlán en los desesperats del chapurriau y es que cuan algo te falte, te dones cuenta de la importancia que té pa tú, com lo palillo, com la salut, com lo tems.
Me imagino que tots sabeu la alegría que se té, cuan están a tiarra estraña, sentises lo teu parlá y si damún lo pots llichí, a soles o acompañat, cuans camíns vullgues y torná a sé chiquet o chiqueta y notá l’aire del teu poble bufán a la teua cara, movente lo pial y rosante la pell, portante los recuerdos dels que sen han anat y tornán a viure atre camí, com si lo tems no haguere pasat, aquelles sensasións, aquella vida de fa tans añs es com si tornares a naise.
NOTA: Grasies a tots los que me hau felisitat, esta charrada es un agraimén un homenaje a vatres, pero, per damún de tot, es un ánimo pa tota eisa chen que viu fora y, a camíns, li falte l’aire pa respirá, perque li falte aquella llengua que va sé la dell sen menut y que, dintre d’ell, seguís senu ara, sen gran y u será sempre.

Estem tardán o ya es masa tart.

Estem tardán o ya es masa tart.

Coneisco a una chica que es de un poble veí de la comarca de la Tiarra Alta, allí no fá mols añs parlaen igual com natres, milló, com si foren de Valderrobres. Com si foren chermáns nostres.
Pero van escomensá com aquí u están fen, enseñán catalá a les escoles. Ella a casa parlae de una manera, a la escola de l’atra.
Pero los llibres, la tv, la radio, los amics, en los que chugae al riu y al carré, ya empleaben lo catalá de la escola.
Los pares, encara faen aná lo seu chapurriau, se resistíen, ere la seua llengua, pero los llibres, los resibos, los pregóns, la tv, la radio tot los arribae en catalá. Y sobre tot los seus fills veníen de la escola en un atra llengua y eisa ere la culta, la que se depreníe a la escola, la que se parlae a la capital y damún de tot la que ya parlaen los seus fills. Y pa que los menuts no la parlaren mal y los renegaren a la escola, tamé los pares van escomensá a empleala y poc a poc li va guañá lo terreno a l’atra.
Avui la chica ronde los coranta añs, ha perdut lo “chapurriau seu” ya sol parle en catalá, ya no s’enrecorde del atre. Com es lo que va dependre a la escola, eise pan ella es lo bo, la seua llengua.
Cuan yo li parlo en lo meu chapurriau, encara li torne al cap, lo seu, pero ya es un recuerdo antic, vell, ya no té sentit. Li sone, pero la seua llengua es la catalana que va dependre a la escola, la que li va enseñá la siñoreta.
Ham perdut una chica, ham perdut a la seua colla, a les colles que van detrás; an aquell poble ya casi dingú s’enrecorde del seu parlá, de aquell parlá de fá añs, sol algún vell y eise pronte se morirá. Ham perdut un poble, una atre més. Se ha mort una llengua.
Y natres estem escomensán, ya fá uns añs caminán per lo matéis camí, tenim lo virus dintre, a la escola, y contra este virus ya no ña vacuna, perque ni los nostres “dotos” lo volen curá.
Estos díes, tan fondos, en que me tornen a la memoria aquells atres en que, sen menut, corría per los carrés de l’Aldea en un cabaset a la ma, replegán lo “alirando” a casa de los tíos, aquí una barreta de guirlache, aquí unes naus, unes armeles (sí, no tos enrigau, es que no ñabíe res més pa regalá).
Ensonmiaba que dintre de una semana, lo día del reis, tornaría a fé lo matéis camí, replegán una llibreta, un llapis, una goma, una peseta, un sacapuntes y al balcó de casa una caiseta de pintures Alpino de sis pintures.
No ñabíe res més, pero pa Luiset eren un reis rics, mol rics, perque hasta ara habíe portat un troset de llapis que ya no li valíe a sun chermá y com ell teníe los ditets més menudets, encara lo fae aná.
Pos, mirán cap atrás, com Luiset, me trobo al agüelo “Sebeta”, que es ara, y lo crío li diu al vell:
- Te queises de aquella chica que ha cambiat lo chapurriau per lo catalá ¿Y tú qué has fet? En tot lo que presumises, resulte que tú lo has cambiat per lo castellá ¿Quí té més culpa?
Y me miro y li ting que di que te raó. U sentisco. Me vull defendre y li voldría di que dintre del meu cor encara está lo meu parlá, lo meu chapurriau. Que estic luchán per ell, que vull espentá pa que no se piárdegue, pa que ñague més Luisets y més “Sebetes”, pero eisos que tinguen la sort de viure a l’Aldea y allí parlon la seua llengua, la meua llengua.
Que, per lo menos, al añ que ve, se seguisque parlán y aisí, poc a poc, un añ detrás de un atre, nol dison mori. Que seguisque viu.
Pero lo tems ve ple de nugols, la boira no eiseque; a este pas tardarem en torná a veure lo sol y entonses casi segú que será masa tart, perque estem tardán y lo sol que ve ya té un atre coló.
Vull quirdá, vull demaná que ña que eisí totchs al carré en les noves pintures Alpino y ham de seguí pintán lo nostre sol, la nostra llengua, en aquells colós que ha tinguts sempre, en les palabres de sempre, les de tota la vida, que no mo les cambio, que no TO LES CAMBION, per les de un atre sol, per les de un atre coló.
Feume cas, es la meua llengua y es que, avui, encara es la VOSTRA LLENGUA.

Ensomián. (Adaptasió).

Ensomián. (Adaptasió).

Luiset estae al llit, ya fae rato que se habíe chitat, pero eisa nit no se podíe dormí; habíe sentit parlá que ñabíe un bicho; li habíe demanat al agüelo “Sebeta” que li u esplicare; per més que l’home u habíe fet, lo chiquet no u acabae de entendre, ñabíe coses mol rares; segú que les entendríe cuan fore gran.
Pero eisa preocupasió no li disae “pegá-l’ull”:
- Yayo, me conto lo del bicho atre camí, a ver si u enteng y me puc dormí de una volta.
- Pero, Luiset, no estás cansat de tot lo día ¿No tens son, encara? Ya fá rato que te has chitat.
- Per favó, me u torno a esplicá, lo radé camí ¡Hala! De verdat, l’u churo será la radera volta.
- Val ¡Tapat! Estic segú que ya u saps; sol u fas per que te parla atre camí, perque te repetisca lo sermó. Te paréis que es un cuento. Pero es historia y esta historia va escomensá fá mol tems cuan yo era menut com tú ara:
Ere un mon en que ñabíe de tot, cualquier cosa que vullgues pensá; teníem abundansia, pero tot se anae fen negre; ere abáns de que mos donarem cuenta de que alló no podíe durá.
Vorás se van fé tendes que veníen a tot lo mon, per llun que pensos, allí arribaen; van aná creisén y creisén y se van fé mol grans, més de lo que tú te pots imaginá, més de lo que natres mos podíem imaginá mai.
Volíes una cosa, pensaes en una cosa y ya la teníes; sol teníes que demanala y al día ya la teníes, com si fore un milacre; movíes la ma y allí estae.
Pero, en cambi, les families ya no parlaen, no vull dí que no se digueren res, pero ya no ere com abáns, cuan se reuníen al racó del foc y estaen rato y rato charrán; se calentaen y al matéis tem parlaen, “faen-les-dos-coses-a-l’hora”. Pero alló se va piarde.
Ya no ñabíe un tems pa treballá y un atre pa parlá, pa está en familia. Los ulls dels chiquets de tan mirá la tele, lo móvil, la tablet, l’ordenadó, se habíen tornat cuadrats.
Tot lo mon teníe móvil, lo anaen mirán tot lo tems, ere lo seu amic, habíen cambiat lo que abáns ere l’amistat per un aparato; pero lo roin es que entonses se sentíen com si estaren sols, alló no eren “los-amics”.
Cada día lo sial se fae més negre, hasta’l punt de que moltes nits ya no se podíen veure los estrials. Ñabíe que tindre catalejos pa veureles, viachá en coets pa trobals.
Per daball los coches tapaen la tiarra, tot lo mon ne teníe un o més, sempre conduín, pa aná de un costat al atre, sempre lo coche, sempre al volán.
La chen se habíe olvidat de caminá, de pasechá, de corre. Habíem cambiat la herba, per la carretera; vam fé més menuts los parques pa fé aparcaméns; vam fé més menut lo monte pa fé cases, fé pobles, fé fábriques; hasta que los albres van escomensá a desapareise, mos faltaen y no mos donaem cuenta.
Vam umplí lo mar de plástic, perque cada día faem més basures, mos sobraen més coses que abáns aprofitaem. A les playes van escomensá a arriba peisos morts embolicats en plexiglas. No se podíe ni pescá.
Tot ere beure, fumá, chugá sense disfrutá. Va ñaure chen que se va fé mol rica, en molta forsa y los que mos manaen se van fé amics dells. Ñabíe que sé amics dells, encara que ñaguere persones a les que aisó los dure a la mort.
Y entonses va arribá l’añ 2020; de repén va apareise un bicho y va escomensá a morís chen, sobre tot la chen gran, la que més coneisimén teníe. Los gobiarns mos van maná que mos tancarem a casa, que tornarem a la cova; sense eisí.

Y mentres estaem allí, en molta po a tot, mos van torná los sentiméns, mos vam enrecordá de vóldremos uns als atres; los pares a les mares, als fills, als agüelos, a tota la familia, als amics, als veíns.

Vam escomensá a aplaudí, desde la finestra, al aire que respiraem; los vam doná les grasies a la chen que mos achudae a viure; vam torná a quirdá a les nostres mares, pensaem mol en elles, ara teníem tems pan aisó.

Mos veíem per una pantalla, mos faltaen; y, mentres tan, les claus del coche se umplien de pols, guardades a un caisó; ensomiaem en podé eisí a caminá, a pasechá, a corre, en veure a chen, en rosamos, en abrasamos.

Al sial ñabíen menos avións, menos fum, menos coló negre; los coches estaen parats, casi no se veen, ni a les carreteres, se habíen amagat tamé, tancats com natres.

La tiarra va escomensá a respirá atre camí, a cualquier puesto naisíe un albre, per cualquier carré apareisie un animalet del monte; volíen recuperá lo que l’home los habíe furtat.

A les playes, al mar tornaen a ñaure vida, vida nova, salvaje com teníe que sé, com habíe segut añs atrás.

Natres tamé vam cambiá, ñabíe chen que cantae, que ballae, que tocae instruméns. A uns atres lo va doná per cuiná, per fé pa, pastes, minchá.
Mos vam tindre que acostumbrá a les notisies roines, a que la curva baisare. Que un día moríe menos chen ya ere una bona notisia, dintre de la tragedia de la mort. Ya cambiaríe, pronte, aisó no podíe seguí.
Y aisí, cuan un día, van trobá la cura del bicho, al remat, mos van disá eisí, veuremos, parlamos, donamos la ma, un bes, un abrás. Lo mon que casi habíem disat morí, habíe tornat.

Habíem cambiat, teníem unes atres costums, uns atres sentiméns, volíem a la tiarra que mos rodechae, los albres tornán a florí. Les relasións en la chen tornaen.

- Pero ¿Per qué va fé falta un bicho, pa cambiá lo mon?

- Luiset: a camíns masa be, fá mal y se nesesite coneise eise mal pa disfrutá més encara lo be. Ara chitat y dormís y ensomnia en lo día de demá, cuan ya tingam la cura y tots tornem a está sans. Ensomniau, menut, ña camíns en que les sons, se tornen de verdat. A ver si este es una delles y se cumplís.

- Zzzzzzzz

Lo chiquet se ha dormit, lo vell pense si este “cuento” que li ha contat, un día será verdat y podrem torná a viure, per lo menos, com abáns.
O, a lo pichó, es que tot asó tamé ell u ha ensomiat y té po de despertás.

La taragaña

La taragaña.

Una aventura que va per ahí, es del tems de MariCastaña, pero com l’agüelo es tamé de aquells tems to la va a contá, la va a intentá traduí.
Enrecordeuton que fa mols añs, no ñabíe cases, eren coves, les carreteres eren camíns, es que fa tans añs.
“An aquells tems a l’Aldea ñabíe un home, ere bon home, ere pastó. A Valderrobres habíe ñagut fira, ell habíe anat, caminán, en un grapat de cordés y cabrits. Enseguida los va vendre. Se va ficá les monedes a la faisa, ben agarrades, ben amagades y sen va entorná, caminán al seu poble.
Nesesitae aquells dinés, eren lo sustento de tot l’añ pa la seua familia, la seua dona y tres chiquets li esperaen tots ilusionats, ara podríen minchá calén, no sol pataques al caliu.
Algú més habíe vist la venta, y lo pichó ere que tamé habíen vist los dinés que li habíen donat y aón sels habíe amagat. Eren dos lladres que anaen per los pobles del voltán furtán lo que podíen, Eren malcarats y portaen navalla a la faisa.
Van veure que sen anae caminán y lo van seguí, cuan ya estaren llun lo asaltaríen y li furtaríen los dinés, n’eren dos contra u. Serie fásil y podríen aná a la venta de la costa de la Fresneda, que dieben que ademés de bon ví, tamé ñabíe “siñorites”. Ya sels caie la baba, disfrután.
U farien al arribá a La Fresneda, segú que se quedae a dormí a alguna de les coves que ñabíe prop del riu Matarraña, lo disaríen dormí y per de matí, abáns de que se eisecare, entraríen y li asaltaríen.
Lo pastó no ere tonto y no anae tranquil, de cuan en cuan mirae cap a tras. Y va veure que al cap de la costa, allí dal, veníen dos persones detrás dell y que al mirals se van amagá. Alló ere mala señal. Va apretá lo pas y los atres van fé lo matéis. Segú que eren lladres que li anaen seguí pa furtali los dinés.
Va escomensá a corre, ya estae arribán a les coves de La Fresneda, ya no podíe més, se estae fen de nit, no podíe seguí, a ver si cauríe al ríu. Habíe pasat per dabán de cuatre o sinc coves.
Y aunque encara ne quedaen dos o tres, se va clavá dintre de una. La escurina habíe caigut, pero ell desde dintre del tot, veíe un poc de reflejo dels estrials. Estae perdut, no sabíe que fé y va escomensá a resá.
-Deu meu: fes que baison uns anchelets teus y que tapon la boca de la coba en una paret, pa que no me puguen trobá eisos lladres.
No va fé més que pensá en ells y va sentí que allá a lo llun algú habíe entropesat, algunes pedres habíen caigut al aigua y habíen fet ruido. Ya estaen prop.
-Per favó, deu, envía pronte als anchelets, si no no podrán acaba la paret y me trobarán.
Res. Pero, per lo menos, ya no se sentíe cap de ruido. Igual sen habíen anat.
Pero no habíe ñagut sort, al entropesá, los homens van tindre po de caure y se van clavá a la primera cova que van trobá, al fin y al cap lo pastó tampoc podríe caminá de nit.
Lo pastó prau teníe en seguí resán:
-Deu meu: te posaré una viala, pero envía ya als anchelets.
Res, aquell Deu debíe esta sort, la verdat es que fae tems que no li resae, pero … y si li u demanare a sa Mare.
-Virgen de la Piedat, tu que eres la nostra patrona, fes un milagre o dili al teu fill que’l fasque.
Res. Al rellum de la lluna, veu que una arañeta está fen una taragaña a la porta de la cova, de un costat al atre de la entrada.
Lo pastó, pense:
-Menuda achuda me envieu, tos demano una paret y me envieu una araña. Eisa tiala no resistís ni una volada d’aire.
Va pasán la nit, los lladres dormín, lo pastó resán, reñín en Deu y en sa mare, pero los anchelets seguisen sense apareise, en cambio l’arañeta no pare, no sabem cóm pot eisí tan fil de un cos tan menudet, la tiala ya tape casi la entrada. L’araña, se pose al mich, a ver si cau alguna mosca, alguna “palometa”.
La llum ya li va guañán a la escurina; los lladres se han despertat y escomensen a rechirá les coves. Lo pastó se rendís, se dise caure an tiarra, se fará lo mort a ver si no li veuen.
Ya entren a la cova de abáns de la dell, no troven res, ya venen.
Cuan arriben a la cova, un anae a entrá pero l’atre veu la taragaña y li diu:
-No piárdegues lo tems, anem a mirá les atres, no veus que si haguere entrat aquí, hauríe trencat la tiala.
Lo primé se li quede mirán y li diu:
-Pero qué listo eres, yo no había caigut.
Lo segundo li conteste:
-Per algo soc lo jefe.
Y seguisen per abán, acaben de mirá les coves y no troben al pastó.
Lo primé li torne la burla al segundo:
-No te preocupos que per de nit no se escapará, que no podrá caminá, pos ya veus listo, JEFE, mos ha escapat, segú que ya está a l’Aldea. Si es que no sé per qué te fach cas. Jefe? ….
Y sen entornen cap a Valderrobres a buscá a un atre pardal.
Cuan ha pasat un rato ya no se sen res, lo pastó, aparte un poc la taragaña, case un llangosto y li u tire a la tiala de la arañeta, ésta acudís corrén al sentí tremolá al animalet que ha caigut; lo embolique enseguida en molta tiala y ya té minchá pa uns díes, eisa entrada ha segut un bon puesto.
Lo pastó sen va tot contén, cantán, tornán a casa y donán grasies a Deu. Li demane que li perdono per haber dudat dell; Ell sabíe la paret que nesesitae y li va envía al anchelet que la podíe fé.”
No ña enemic menut, ya sabeu alló de que lo veneno en botelletes menudes.
De la mateisa manera, tots som nesesaris, hasta lo més menut fa falta com se ha vist a la charrada y entonses, tamé se díu que la colonia mol bona ve en botelletes menudes.
No te fíos del enemic menut, ni despresios al amic perque es menut, a lo milló aisó es lo que paréis, pero pot sé que pa tú sigue tan bo y tan gran com un gigante.
Pal Chapurriau, en los pocs que som, tots fem falta, tots tenim algo que fé per ell, encara que sol sigue parlal, o escriurel y com, a mínim, si no te atrevises a lo demés, per lo menos llichislo, donali la caló dels teus ulls. Fesmos compañía, encara que sigues del mun, no te amagos, está ahí, mos fas falta, per mal que te hasque anat, tamé tú mos fas falta, vine, vine en natres, Tots fem mun.

La vida.

La vida.

- Yayo, ara que estem en lo bicho, morín tanta chen de la seua edat, vusté sap ¿Cóm se piart la vida?

- Mira, Luiset, la vida no sol se piart, cuan un se mor, que tamé. Pero la vida se escomense a piarde a uns atres moméns.

- Se piart cuan te empeñes en viure la vida de uns atres, en ve de viure la teua.

- Se piart cuan en ve de disfrutá cada día, te empeñes en criticá los fallos dels demés. Com si tú no ne tingueres.

- Se piart cuan sempre te estás queisán de que ella te ha fallat, y no busques lo reméi a eisos fallos.

- Se piart cuan te esfonres en los teus fallos y no busques la eisida de allí bais.

- Se piart cuan sempre estás envechán als demés, sense agraí tot lo que ella te ha donat.

- Se piart cuan te quedes quieto, pa no esfonrat al fang, en ve de agarrá aquella branca que te allargue la vida, pa eisí de allí.

- La piarts cuan sol patises per les coses roines, en ve de disfruta de les bones, per menudes o poques que siguen.

- La vida se piart no sol cuan dises de alentá, si no tamé cuan dises de sé dichós, puguen seu an este mon.

- La vida se piart, cuan te olvides de viurela.

- La vida se piart cuan te empeñes en viurela tú sol y no compartila en los demés.

- La vida se piart cuan no disfrutes, del aire, del sol, de les flos y hasta dels nugols que la tiarra te done.

- La vida se piart cuan a tot li busques una esplicasió, en ve de viurela tan sensilla com ella es.

- Viu tú y disa viure als demés, cuidat tú y cuidarás als atres. ¡Viu!


FIN.