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Trovada y 5 , Historietes 2


Trovada y 5 , Historietes 2

Y p’acaba un poc de mistiari. Tots los pobles, de cualquier puesto, tenen historietes rares, misterioses. Mols camins no se sap si son historietes, coinsidansies, milacres, misteris o invensió de algun vei, que es massa cuentiste com l’agüelo “Sebeta”.  Pos a l’Aldea tamé; n’hay triat tres, segur que ne ñá mes.

Avans de escomensá lo “Sebeta” vol demaná disculpes, per si les coses que va a contá, no van passá aisina, o no van pasá, o se u ha inventat ell.

PRIMERA:

Está la leyenda de la Marededeu, a la que mols veins de l’Aldea li tenen una fe mol gran. Según han vingut contan les persones machós; que, al matéis tems, los u habien contat los seus antepasats; y apareis a les cansonetes que se canten cuan se li fa la novena; o sigue la historia del poble; un home de Bot (Tarragona), va pasá per la ermita, que está separada del poble, un sincsens metros; y va furta la imagen y se la va endú a la seua casa.
Al poc de tindre la Marededeu, a la casa se van escomensá a fica malals tots los de la familia. No ñabie dotó, ni medicina qu’els curare; cada camí se posaen pichó, mes mals. Al remat, lo qui la habie furtat; mich arrepentit y mich en po de que se moriren tots los de la familia; va ana al retó del poble y se va confesá dien lo que habíe fet. Lo mosen enseguida li va dí la penitansia: tenie que torná la Marededeu al matéis puesto de agon la habie furtat.
Com no li quedae atre remei; aisí u va fé. Los veins de l’Aldea que, al notá la desaparisió de la seua Virgen, li habíen estat resán y fenli novenes, pa que tornare; al veurela atre camí al pilá, van pensá que habie pasat un milacre, van tindre molta alifara y van fé una gran festa.
La leyenda no u diu, pero ñaurá que pensá que la familia del lladre se posarie bé, pa que acabo bé la historieta.
Mes tart, la van torná a furtá y va apareise a Torresilla, al trovala posada a un pilá que allí li dieben de la Piedad, se li va quedá eise nom Virgen de la Piedad.
Tamé se comente que cuan la guiarra, un home pa que no la chafaren, la va pillá y la va enterrá, al corral de les mules, davall del fem, y cuan va acabá la guiarra, la va torná al seu puesto.
La chen li te molta devosió y pa demanalí coses, li resen dienli “danos consuelo en la vida, oh, Virgen de la Piedad.” Tos la poso, per si algún nesesite achuda; may se pot sabé, cuán fará falta o quí te pot curá.
SEGUNDA:
Al escomensá la guiarra del 36; com a mols pobles, ya u hay contat a unes atres charrades; a l’Aldea, va ñaure una part del poble que, defenen les seues idees, van tirá per un costat; una atra part, tamé defenen les seues idees, van tirá per l’atre; y uns atres, que no van tirá per cap costat, encara que tenien les seues idees,  van tindre que patí per part de uns y dels atres.
Tal com u hay contat ya; al prinsipí los que van escomensá manán, lo prime que van fé, va se entrá a la iglesia y fe maleses, dintre y de fora; van cremá sans y santes, los vestits del retó y van tirá, chafanles les estatues de pedra que ñabíe a la fachada; a les que no podien arrencá los tallaven los brasos, lo cap, lo que podien.
Presidin eisa fachada, al mich, estabe San Miquial, patro del poble, en lo bras dret eisecat, portan la espada en la que pareisie luchá en lo demoni que tenie davall.
Com estae ben agarrat, va ñaure dos homes que van puchá, y, mentres un aguantae la estatua, latre li va partí lo bras dret.
Pos be, mes tart, al que habie sostés la imagen si li va umplí la cara de nafres; y al atre, al que va partí lo bras; mentres la guiarra, quina casualidad, va piarde lo bras dret, p’el matéis puesto que ell habíe partit lo de la estatua. Segur que va sé una coinsidansia; va ñaure mols que, a la guiarra, van piarde brasos y garres; uns atres van piarde la vida y no habien fet cap de malesa; pero ahí quede la historieta …..
TERSERA:
A mitat del sigle pasat, un home de l’Aldea, estae llauran, y llaurabe fondo, apretan per abais; de momen se li enganche la rella; y pareis que espente algo; que mau algo; pare al animal; llimpie lo tros y li apareis com una tapa de pedra fina, la lleve y oh! Sorpresa. Allí dabais ñabie com un trull de tiarra en forma de tenalla. Y aquí es cuan escomense lo mistiari, l’agüelo com ere tan menut, sol s’enrecorde de aisó, de que van dí que ere d’els tems d’els moros y que ya sen habien trovat mes pel poble. No m’enrecordo de quí la va trova; y may me van dí si va trová algo dintre.
Lo “Sebeta”, lo crio, cuan estae sol, ensomiabe que ne trovae una y que dintre ñabie un tesoro y en eisos dines, llevabe a sa mare de serví, y la teníen sempre a casa en ells. Sol ere que ensomiabe. Non va trova may cap de trull de tiarra en forma de tenalla.
Y se va acabá la trovada; a tots los va agradá tan que van quedá p’al añ que ve, atre camí.
A totes les persones del Consell, grasies per la vostra memoria, pero sobre tot, grasies per la vostra HISTORIA, que, ara ya es la NOSTRA historia. Grasies y seguiu están ahí mols añs. T’os nesesitem, ara més que may.
FIN.
Nota: Después de haber acabat la charrada m’arrivat la historia de la Marededeu y tos la fico tal y com m’arrivat:
“Nª Sª de la Piedad.
En el lugar de Valjunquera.
En el camino real de Valjunquera, Aldea de la Ciudad de Alcañiz  y a distancia de quatrocientos passos de aquel Pueblo, venera la devoción Christiana  la S. Imagen de N.S. de la Piedad en una Hermita muy hermosa, y fabricada a lo moderno: el título de la Piedad, se la dio la de aquellos devotos, que cuidaron de colocarla allí: el origen de esta Milagrosa Imagen, según consta por algunas memorias, fue en la forma siguiente. Por los años de 1575. Vivía en la Ciudad de Valencia Urbano Foz, natural de Valjunquera, y escultor: deseando este regalar a su Abuelo Pedro Foz, con alguna alaja de gusto, embiole esta S. Imagen, fabricada por sus manos: estimola tanto Pedro Foz, que no quiso, teniéndola en su casa, hazerla incomunicable, sino que erigiendo cerca del Lugar un pilar, la colocó allí en un decente nicho: aquí estuvo muchos años, venerada de los propios del país, y estrangeros.”
En 1623 un hombre de Bot la sacó de aquel nicho para venerarla en su casa. Enfermó toda su familia y entonces decidió devolverla a Valjunquera.
Nuevamente fue robada en 1677. Siete hombres la buscaron por diversos caminos y Gerónimo Lamberto la encontró cerca de Torrecilla en un pilar que llaman La Piedad.
Una vez devuelta a Valjunquera, el pueblo dispuso edificarle una ermita frente al lugar donde se hallaba el antigüo nicho. En 1697 se comenzó la obra y el uno de octubre de 1699 se trasladó la imagen a su nueva sede.
Su fiesta se celebra el viernes siguiente al domingo de pasión.
Hay muchos exvotos en esta capilla. Entre ellos se ve una mortaja ofrecida por Catalina Meseguer por haber sanado a su hijo Joseph Ardid que estaba desahuciado por los médicos. También una pierna de cera. Entre los prodigios atribuidos, se cuenta la salvación de los valjunqueranos Andrés Laflor y Jaime Cuella que eran arrastrados por las aguas del rio Segre.
La información anterior es un resumen de lo escrito por el padre Faci en 1739.”
Y l’agüelo “Sebeta” u ha copiat tot de la Revista Escolar El Gabarato, la número 6, de 1988.

FIN.

LO DÍA DEL "CHORISET".

LO DÍA DEL "CHORISET".

las ventas, les ventes, Valdealgorfa, Valdesgorfa
Avui a l’Aldea del agüelo “Sebeta” es lo día del “choriset”, NO lo dichaus lardero, NO, es lo día del “Choriset”, com lo dillúns de Pascua es lo día de “La Rosca”, an este poble som mol espesials. Cuan lo agüelo ere “Luiset” an este día pasáen coses pero…..en ve de cansautos esplicanhu tos vach a posá una de les aventures del agüelo “Sebeta” que encara que la vach publicá fá dos o tres añs, avui está de actualidad y hu entendreu milló, ademés de una manera divertida, ya me donareu la vostra opinió al remat de la aventura, lo vach titulá "ESPADES".
Les aventures del agüelo “Sebeta”: Les espades 1. espades, espases, espada, lucha, guiarra
Lo agüelo “Sebeta” está sentat al banc del Portal, prenén lo sol. Pel carré del Mich veu vindre a Luiset. En los seus pantalons curts. Com lo coneis, li note que ve amagán algo. Fa fret, porte lo chambergo tancat. No lo porte abotonat, sosté les dos parts en una má. En la atra va aguantán algo que intente amagá, es una cosa llarga, li fa un bulto a la part de detrás del abrigo. Li arrive hasta detrás dels chiñolls.
-Bon día, agüelo.
+Bon día, sagal. ¿De agón vens?
-Ving de la fustería, me volía fe una estantería pa guardá los meus tebeos y llibres, y les noviales del oeste de vusté.
+Y ¿qué pase, la portes plegada, o qué? Perque yo vech eisí algo per detrás de les garres.
-Y ¿Per qué es tan listo? Sempre me pille. Asó es un secret meu, no se pot enterá dingú. Sino no me disarán aná. Es pal día del “choriset” (Dichaus Lardero), pa luchá en los de Valdealgorfa.
Va parlán, los ulls li relluisen, y al mateis tems trau de davall del abrigo una espada de fusta, feta en una regleta de casi un metro. La agarre del manec y pareis un almogávar en plena lucha.
+Ya la pots amagá be, perque si la veu ta agüela no te disará eisí de casa.
-Val, pero vuste no li digue res, eh!.
Al mateis tems, lo sagal se torne a guardá la espada davall del chambergo y entre a la entrada de la casa, mirán cap a la escala, sense fe ruido sen va a la bodega y allí, detrás del carratell gran, guarde la espada, es aon fique los seus tesoros, los seus juguetes preferits, los vaqueros del oeste, que son les bales vuides que ha trovat per lo monte. Ademés a una caisa de fusta li ha llevat los voltans, sol ha disat lo cul. Alli ha clavat un tros de sogueta en uns claus y aisí ha fabricat un escudo. Ya te lo equipo complet, la espada se la posará a la correcha. Y, cuan arrivo lo momén, la traurá y se la posará a la ma dreta. En la isquiarra agarrará lo escudo y pobres “escarbachos”. (Als de Valdealgorfa los diuen de mote “escarbachos”).
La Aldea y Valdealgorfa son dos pobles veins, sempre ha ñagut rivalidat entre los dos, pero sense res més. “Les ventes” es un bar que está a la part alta de una cadena montañosa, bueno, cadeneta, val. A la part baisa del costat de Alcañis está Valdealgorfa, allí se parle una mescla de castellá y de chapurriau, se note que es tiarra de frontera. Diuen chiquete, en ve de dí chiquet y més palaures mesclades. Tamé a Alcañis li ha arrivat algo de la mescla; no tan, pero algo sí; tamé está prop de la frontera del chapurriau; y allí han anat a viure molta chen dels pobles del roglán; algúns dels que parlen chapurriau y aisó se note. A la baisada de “Les Ventes” del costat de Valderrobres, está la Aldea; allí ya parlen chapurriau, desde sempre, un poc espesial tamé, pero chapurriau. Desde sempre.
Ña que aclarí: es una costum mol antigüa que lo día del “choriset” (dichaus lardero) y lo día de “la rosca” (dilluns de Pascua) se va a minchá y a brená a les casetes de los campos. An aquells tems se anae en los animals y ñabie que portau tot de casa. La chen gran se reunie als masets, als masos més grans, agon ñabie pa fe foc. Allí teníen lleña y puesto en condisions. Inclús a camins se reunien chen dels dos pobles al mateis más, tenien amistat de uns atres añs y de les festes. Solien acudí de un poble al atre, cuan eren les festes grans y llugo cuan les selebraen al atre poble, pos faen al revés.
Los dos pobles selebraben eises dos festes lo mateis día (lo dichaus y lo dilluns). Lo dichaus, lo día del “choriset”, als chiquets los donaen festa per la tarde; se fae brena; una llesca de pá en un tros de choriso y sino de llonganisa. La chuventut dels dos pobles acudie a Les Ventes. Tots armats en espades y escudos. Brenaen cada poble a un costat de la carretera. Cuan se acabae la brena y a camins avans de acabá, algún espabilat enseníe la mecha: “Cachaps, cobarts”. Ya se habíe organisat.
Normalmén se luchabe uns contra los atres en les espades, los menuts en los menuts, los menos menuts en los menos menuts, y la chen més gran, desde los masos de al voltán, vichilán, pa que a la viña no se li prenguere foc; pa que les coses no arrivaren a machós.
No sé cóm se u arreglaben pero al poc de escomensá los de un poble eisien corrén y los del atre detrás, pero en grupos; pa que may se quedare algú o algúns sols y los pillare per sorpresa alguna colla amagada.
Simplemen se encorrien un parell de kilómetros, en aisó ya ñabie prau. Allí los que habíen perdut, se chiraven y, desde llun, claro, mol farrucos, los dieben als atres: “lo día de la rosca ya mos veurem les cares, asó sol ha fet que escomensá”. Los atres se entornaben al seu poble enfotense dels perdedós. De momén ells habíen guañat la primera guiarra.
Les aventures del agüelo “Sebeta”: Les espades 2.
Lo dillúns de pascua, a la escola, se teníe festa tot lo día. Les mares preparaben una rosca que consistie en que entre dos trosos de pasta espesial solien posá amagats un au dur y trosos de llonganisa y de llomo. (Posaen una base de una pasta espesial, mes tirán a dolsa que a salá, de una ampliaria com un plat pla, allí damún posaen lo au dur, dos trosos de llonganisa y dos de llomo, bueno cada un posae lo que volie o lo que podie, uns més y uns atres menos, damún li posaen un atra capa de pasta, tapán tot lo que habien ficat, y al forn).
Un atre camí; tots armats hasta les dens, algú se habíe fet, ademés de la espada y del escudo, hasta un puñal de fusta. Lo més valen se habíe preparat un arco y unes fleches de vímec, que, normalmén, se trencabe al intentá tirá la primera flecha.
Se acudie al “campo de batalla” desde lo matí, se dinabe allí, mirán, en los ulls plens de sang, als del atre costat. Se escapae algún crit y, algú, mol valén, se arrimae hasta la cuneta del seu costat, pero de allí, per si acas, no pasae.
Pa brená, un se acabae la rosca que habíe sobrat de diná; y después atre camí: “Escarbachos, borrachos” y a la guiarra. Y a corre. Uns daván y los atres detrás.
Grasies a deu, en los pocs camins que lo agüelo va está a estes luches, may la sang va arrivá al riu. Cla es que lo riu pasae mol llun, pero vatres ya me enteneu. Sol eren riñes de presumits. Encara que uns y los atres se solíen posá mol farrucos, sobre tot cuan li u contaben a les chiques, a la chen que no los habíe vist corre costa na vall.
Anem a torná; estaem en lo agüelo y en Luiset.
Va arrivá lo día del “choriset”, lo sagal, después de diná va agarrá la brená, dienli a la agüela que se portarie be y que tornaríe pronte. Abais; al carré; amagats; ya li esperaben alguns chics de la colla, tots en les seues espades, encara que la més maja es la que va traure Luiset de detrás del carratell gran. Les atres se les habíe fet cada ún, com habíe pogut, pero la dell pareisie de verdat, lo u habíe fet lo fusté; li habíe cobrat una peseta que teníe aforrada pan eise día.
Caminán en les ferramentes, per davall dels balcons, pa que nols veren suns pares, van eisí del poble. Anaen tots chuns, pero un que llichie mols tebeos del Capitán Trueno, los va dí que aisí no anaen ben preparats pa la guiarra, que tenien que aná en fila, un detrás del atre, Luiset lo primé que pan aisó portae la espada milló.
Van arrivá a “Les Ventes” y van brená. Y después …..
Lo agüelo “Sebeta” estae a la Marededeu, habíe eisit a doná una volta com fae mols díes; pero tamé pa esperá al menut de la familia, a ver cóm li habíe anat la guiarra.
Sobre les sis de la tarde veu com baisen corrén los chiquets del poble, hasta la caseta del Caminero, detrás a uns dosens metros ne baisaben un atre grupo, pero se han aturat allí y sen entornen cap lo Mas de Fraga. Ya sap quí ha guañat este añ.
Per lo empalme veu vindre, caminán a poquetet una figura que ell coneis, encara que ara pareis un soldat rendit; per lo menos porte la espada, la va arrastrán per an tiarra.
Desde llun lo sagal veu al agüelo, tot avergoñit, no eiseque los ulls plorosos de an tiarra. No ha segut capas de defendres; No ha segut capás ni de luchá.
Arrive hasta lo “Sebeta”, tire la espada an tiarra, lo escudo lo ha perdut, perque no li disae corre, mentres se anae escapán dels soldats “escarbachos”; ara se abrase al agüelo, en les llagrimetes a pun de escapas dels ulls. Se mosegue la llengua pa que no se li noto tan.
-Yayo: son uns garramosos. Cuan natres anaem a atacals en les espades, han disat les seues dintre de les correches y de les borchaques de detrás dels pantalons, han tret falseches y pedres y mos han escomensat a dispará cantals. Yo me hay posat lo escudo al cap, pa que no me arrivare cap de codol y me fare algún borraco. Los nostres, en ve de aná cap aván a atacals en les espades, aprofitanmos que les tenien guardades; ham escomensat a corre y no han parat hasta lo empalme. Yo hasta hay perdut lo escudo, perque no me disae corre tan depresa com los demés.
Les aventures del agüelo “Sebeta”: Les espades y 3.
Lo agüelo, en una riseta socarrona per davall de la barba, li pregunte:
+Pero ¿estas bé?.
-Me hay caigut, fenme unes nafres als chinolls y algúns esgarraps a les garres; y una de les pedres pa pegat a la esquena.
+A ver, disam veuret les ferides de la guiarra; -diu lo agüelo, al tems que li eiseque la camiseta- va! Asó no es res pa un soldat tan valen como sir Luiset, una moradura y pronte se pasará. No ña res que una llimonada, no pugue curá. Anem al sindicat que te convido. A ver si te recuperes, que portes una cara que si te veu la agüela se preocupará.
-Si u aguera sabut, no aguera anat.
Los dos, lo menut en la espada y lo yayo en una ma al muscle del soldat derrotat, sen van cap al bar del sindicat. Allí demanen una llimonada y un café. Lo menut encara té rasmia pa di:
-Si cuan ells han escomensat a prepará les falseches, aguerem corregut cap an ells, encara que mos agueren pegat alguna pedrada; en les espades los aguerem guañat y los aguerem fet corre cap a Valdealgorfa. Ademés va ñaure algún dels nostres que en ve de corre com natres, sen ha anat al más aon estaen suns pares y encara deu de está amagat detrás de les faldetes de sa mare, es un cobart.
Mentres lo sagal se veu la llimonada, lo agüelo li conte una de les seues aventures:
+Mira me enrecordo de que, cuan yo era com tú, un camí; un día del choriset; vam brená y después mos vam posá a luchá en les espades; aquell añ la fusta de les nostres ere milló que la de ells, per lo que, al ratet, la machoria de les seues espades se habien chafat o trencat y entonses natres, vam escomensá a pegals en les espades a la esquena y al cul; y ells van escomensá a reculá primé y a corre después; los vam seguí hasta la basa. Allí estae la frontera. Aquell añ va guañá la Aldea.
-De verdat, yayo: los van espentá hasta la basa; ¡entonses van guañá los del nostre poble!.
+Si, home, si. Uns camins guañen uns, uns atres los atres. La guiarra done voltes y está feta de moltes batalles.
-Ya no me fan mal los chiñolls, ni lo golpe de la esquena. Mon anem a casa, ting que guardá la espada pa lo día de “la Rosca”. “¿No hay segut cobart, verdat “Sebeta”, me han fet corre, pero no hay perdut la espada?”.
+No, menut, has segut mol valén, los has fet corre detrás de tú y no te han alcansat. Has sabut conservá la teua armá pa la siguienta guiarra. ¡Que se preparon!. ¡No saben en quí se han ficat!.
Los ulls del menut ya tornen a relluí. “Lo agüelo los va guañá un añ a “los escarbachos”; que se preparon pal dia de “la Rosca”. “Demá me faré una falsecha, ting que buscá una bona forcacha. Y escomensaré a entrenam.”
Nota del autó: Y aisí, día a día, va pasán la vida a la Aldea. No importe si lo día de “La Rosca” van guañá los cachaps o los escarbachos.
Lo agüelo “Sebeta” sol va está un añ o dos; después ya no ha tornat, per lo que no sap cóm han anat les coses, ni lo que pase avui en día.
Al cap del tems sé que van cambiá les espades y les falseches per un balón de fútbol y los enfrentamens “armats” eren los partits. Sempre ñabie algú que posae la “garreta”, algún agarró, algún espentó, en fin lo que cada día veem a la tele. falsecha, falseches , massecha, masseches, tirachinas
Cada chuventut a un costat del campo, a lo llarc, como si lo terreno de choc fore la carretera de avans. Y ademés teníen a quí insultá, los de Valdealgorfa cridaen: “Árbitro, Cachap”. Y los de la Aldea contestaen: “Árbitro, Escarbacho”. Ña ferides que tarden mol tems en tancas, en curas.
Ara; cuan anaen a Alcañis; los dels dos pobles se chunien fron a los de “La Capital”.
En cuan a la derrota de Luiset, ya sabeu lo que diu lo refrán:
“No t’enrigues del meu dol,
Que cuan lo meu sigue vell,
lo teu será nou.”
Luis Arrufat Me escriu un aldeá y me diu que ell tamé se enrecorde de los chorisets, y que al remat sempre acabaen a pedrades, que sempre guañaben los de Valdealgorfa, perque eren més brutos y los de la Aldea mes nobles. Se note de quín poble es lo protagoniste, verdat?.

LA GUIARRA DE SUCESIÓ

LA GUIARRA DE SUCESIÓ. 

Esta charrada está feta en retalls de la Revista escolá Mirablanc (1989). Segur que Pedro mos dirá moltes mes coses, pero me ha cridat la atensió estes ralles escrites per los chiquets de entonses. 

 “La mort del rey Carlos II, de España, sense dessendánsia, va aubrí una guiarra per veure quí li seguíe. A España va sé un enfrentamén entre los antics reinats de Castilla y lo de Aragó. Se va acabá en lo Tratat de Utrecht 1713. Tamé va intervindre part de Europa. La nostra sona va sufrí mol, mentres la Guiarra de Sucesió entre lo Rey Felipe V de Anjou o de Borbón (titulá) y el archiduque Carlos de Austria (aspirán o pretendén). 

Los soldats estasionats, sobre tot los estranchés, van fe moltes maleses. Tamé va ñaure grapats de rebeldes que les van fe per la seua cuenta. Duran lo enfrentamén, Alcañís y la seua comarca (1705) se van declará a favó de Don Carlos y Cantavieja a favó del Rey Felipe. Los famosos guerrillés, dits “Los Miquialets” u van desfé tot en nom de Don Carlos. Tamé van apareisse grupos rebeldes del terreno, entre ells Blas Ferrer, jefe dels sublevats de Monroch, Carlos Lamberto y lo Mut de Vallchunquera, que atacaben als soldats del rey Felipe. 

En esta situasió va vindre lo prínsipe de Tilli, un cheneral famós al servisi dels Borbons, Bourbon, pa acabá en los rebeldes. Encara que no va ñaure cap de batalla importán, alguns dels nostres pobles u van pagá car per esta guiarra. Van cremá y saquechá Monroch, Calaseit, Fondespala y Vallchunquera, patín tota clase de maleses per part del soldats reals, entre los que ñabie mes fransesos que españols. 

Va tindre que vindre lo matéis Rey Felipe V en persona (al mars del 1706), va fe que los achuntaméns li juraren fidelidat y va disá guarnisións a Maella, Alcañís y La Fresneda, aon se va quedá lo sargento machó del réchimen fransés, Burk. Van torná a atacá los de Don Carlos, hasta que van acabá derrotats en abril de 1707. Mos van posá uns castics y unes contribusions durisimes: cada tres diez, 50 rasions de pá, 35 cabrits, y 250 cuarts de sibá. Y cada semana: un bau y 25 parelles de espardeñes, ademés de mols dinés. 

Eisse matéis añ de 1707, lo 29 de chun, lo rey Felipe V li va llevá a Aragó lo seu Dret Foral. Y va posá leys noves per mich dels Decrets de Nova Planta (Nova Legislasió). A Valénsia li u va fe lo matéis día que a Aragó. A Mallorca lo 15 de noviembre de 1715 y al Prinsipat de Cataluña lo 16 de chiné de 1716. O sigue a tots los que avans formaen lo reinat de Aragó.” FIN. 


En un auténtico vuelo de más de doscientos años, a vista de águila imperial, David Alonso recorre las vicisitudes de reyes, claroscuros intrigantes, logros bélicos y culturales de todos los monarcas que han ostentado corona en la rama hispana de los Habsburgo. (Blog Historia con minúsculas) Una vez tuvimos un imperio en el que no se ponía el sol. Una época de grandes hazañas y grandes personajes que forjaron la Historia de muchas naciones. La dinastía de los Habsburgo , los Austrias , fueron quienes iniciaron y cerraron aquel período. Y este libro realiza un recorrido por las vidas y los actos de aquellos reyes que en otro tiempo dominaron Occidente. David Alonso García ha recurrido a los últimos estudios sobre la época para trazar la trayectoria de los Austrias, con un estilo sencillo y ágil comprensible para cualquier lector. Las virtudes y los defectos de los protagonistas quedan reflejados en unas cuantas páginas que resumen un período de casi dos siglos." (Blog Anika entre libros) Una dinastía, que se consideraba guardiana de la cristiandad, que pretendió la unión de todos los territorios del mundo bajo un mismo cetro. Estudiar la historia de los Austrias, de la dinastía de los Habsburgo, es estudiar una de nuestras señas de identidad más característica, y no es sólo porque gobernaran un imperio mundial en el que España era el referente de todo planeta (o se era vasallo o se era enemigo de España), sino porque el estudio de los gobiernos del S. XVI y XVII nos ayudará a explicar no pocas dinámicas de poder de la actualidad. Desde Carlos V a Carlos I la historia de los Austrias engloba el periodo de mayor esplendor en la historia de España y termina con la degradación de la sangre de una dinastía que gobernaba desde Florida hasta Mozambique. Breve Historia de los Austrias nos detalla de un modo exacto la historia de los distintos reyes que gobernaron el Imperio español durante doscientos años. Desde las múltiples casualidades que permitieron a Carlos V heredar un gigantesco reino, hasta la leyenda negra del laborioso Felipe II, máximo dirigente de la cristiandad, pasando por los problemas de Carlos II, desde los físicos causados por la degradación de la sangre, hasta la disolución de un imperio por causas económico-políticas. 

Pero David Alonso no se contenta con esto sino que nos ofrece la relación de los monarcas con corrientes supranacionales como la reforma protestante o problemas internos como la expulsión de los moriscos, además pretende, usando las perspectivas historiográficas más actuales, derribar algunos lugares comunes de la historia de España como el mito del absolutismo que no atiende a la existencia de una oligarquía influyente en el imperio, o el mito del Imperio, ya que los Austrias, al menos hasta Felipe IV fueron muy tolerantes con las clases dirigentes y las costumbres de los nuevos pueblos gobernados. Razones para comprar la obra: - Es un tema fundamental para entender ciertas dinámicas de poder que desde la monarquía moderna han llegado hasta nuestros días. - El autor nos presenta una perspectiva histórica actual que ayuda a derribar algunos tópicos asentados en esta parte de la historia de España. - La mayoría de las informaciones derivan de material documental inédito o poco conocido. - El libro incluye anécdotas y usos sociales que ayudan a aclarar algunos factores de la vida social y cultural. Breve Historia de los Austrias es un libro imprescindible para comprendernos y, debido al territorio que esta llegó a gobernar, es fundamental para entender la historia universal. En un estilo conciso y dinámico el autor nos presenta la historia de esta dinastía que consiguió gobernar un imperio pero que no supo crear una nación. 

Tapa blanda: 256 páginas Editor: Ediciones Nowtilus; Edición: 1 (1 de septiembre de 2009) Colección: Breve Historia Idioma: Español , castellano ISBN-10: 8497637593 ISBN-13: 978-8497637596

Los quintos

Los quintos 1. Families.

Mols camins parlem de la familia. Y u diem com si eisa palabra sol tinguere un significat, perque mos referim a la familia de la sang. Pero si discurrím un poc sobre eissa palabra, veurem que ña més famílies. Claro, si entenem que familia vol dí moltes coses. Vol dí relasió, vol di conviure, vol di confiansa, sobre tot asó, molta confiansa, saps que eissa persona mai te traissionará. 

Después veus que la vida es mol cruga y que inclús persones de la teua sang, te la peguen y, al matéis tems, unes atres persones a les que la vida te les done y les fas tú com a “familiás” teus, eissos están sempre al teu costat, sobre tot cuan, la vida te ve crusada, y ells seguíssen ahí cuan la nit se oscurís, més encara seguíssen ahí cuan tamé lo día se oscurís, cuan veus la teua vida negra, mol negra. Eissos que cuan dels teus ulls cauen llagrimetes, dels seus cauen llagrimóns, están a la teua bora, mols camíns parlán sense dit res, sol mirante als ulls y rosante la ma, lo bras o donante un abrás.

La machoría te sort y la familia de la sang, respete la sang y la convertís en un riu que va de un al atre y del atre al un, de aná y torná sense tindre en cuenta quí done més y quí ressibís més.

Pero si dissém de parlá desde allá dal y baissém an tiarra mos donarem cuenta de que ña més de una familia, tos conto: Está la familia de la teua sang (los pares, los agüelos, los chermáns y si apurém mol los tíos y los cusins-chermans, los demés ya son familia més apartada), llugo la familia política, ña camíns que casi tan bona com la teua (los sogres, los cuñats), la TEUA (la dona, los fills, los nets).

Pero ñan més famílies: están los amics, eisos que te trobes o te troben ells, vivín la vida, qui te la sort de tindre un bon amic o amiga, no sap la sort que té; ña camíns que avans li contes los teus problemes al TEU amic, amic del cor, que a la familia de la sang.

No sé si hau tingut la sort de trobá EISSE amic o amiga que la confiansa lo convertís en lo milló “familiá” teu. A voltes eissa amistat acabe al altá, bon final y més si eres capás de seguí en eissa comunió tota la vida.

Pa acabá ña un atra familia, no per ficála la radera, es pichó que les atres es la dels quintos, la de les quintes, los que van naise lo matéis añ que tú, de ells va esta charrada y parlarem mol d’ells, pero es que yo estic parlán dels meus tems que no son los de ara. Avui, per desgrássia, a la vida actual ha vingut una espéssia que va está mol tems olvidada: la política. 

En si mateissa no es ni bona ni ruina. Pero mesclada en la vida diaria, moltes voltes, se torne en un enemic. Un enemic perque se pose daván de la amistat, de la quinta y, si me apuréu, ña casos que se pose daván de la familia (de cualquiera de les que tos hay contat més amún).

Es una pena y me dol mol veure avui que a un poble, per ejemplo a l’Aldea, ña amics, ña quintos que se han disat de parlá, de relasionás per motivos polítics, tú eres de este partit, yo soc del atre, a tiramos cadires al cap. No se ha sabut fe un orden nau, que es mol vell, teníe que se: primé la familia, la amistat, los quintos, la cuadrilla, lo carré (en la importánsia que als pobles té lo carré), lo poble, después al remat del tot: la política, pero vista com una manera de conseguí coses pal poble, pals veíns; tots chuns, encara que pa la chen de defora, la chen de Teruel, pa la de Saragossa, cada u sigám de un partit diferén. Dintre del poble chunits.

Nem a dissá este asunto que ña massa chen ficada y vivín de la política.



Los quintos 2. Soldats 1.

La charrada se referís als quintos, anem a fe historia y ham de escomensá desde lo prinsipi, encara que me fasca un poc o un mol pesat, pero me agráe fe los trevalls lo més sansés que se poden. u dividiré en parts:

Primera:

Al prinsipi o si preferiu, als tems de maricastaña, fa mols añs, milló dit fa mols siglos, los soldats del rey se conseguíen de esta manera: los terrenos de un reinat eren menuts, lo rey los repartíe entre los condes, los duques, los marquesos, en una palabra entre los “siñós”. A cambi se comprometíen a donáli una part de lo que guañáren y sobre tot a apoyalí en dinés y en chen (en cuartos y en sang se diebe) si teníe que fe la guiarra, be pa deféndres o pa intentá conquistá mes tiarra.

Los “siñós” alquiláen la tiarra als seus veíns a cambi de pagá un llogué y de servils en lo que ells nessessitáren. Los trevalladós (sempre ha segut y seguís sen aissina, a treballá y a pagá) estáen obligats a servils en tot lo que fare falta, com si foren esclavos, en realidat aissó es lo que eren, entonses pagáen lo llogué, li donáen part de lo que cullíen y damún estáen obligats a acompañá al seu “siñó”, com a soldats, si lo rey fáe la guiarra. Fastidiats entonses y fastidiats ara.

Segunda:

Cuan los terrenos dels reinats van aná crixén, cuan eren més amples un rey de Castilla, Juan II, als añs de 1400, va dessidí que pa que ell tinguere soldats y al matéis tems no faltare als pobles chen que seguiré trevallán la tiarra y fen los demés ofisis nessessaris pals veíns, de cada puesto que ere seu lo territori, un de cada sinc homens dels seus habitáns tindríe que fes soldat, eise seríe lo seu ofissi, vuit añs; después, si encara estáe viu, podíe torná al seu poble o quedás de soldat.

A bona hora, perque entonses la esperansa de vida, la vida en una palabra, duraé menos que ara; ademés raro ere lo que no caíe a una batalla o a l’atra y tans añs luchán se acostumbráe a una manera de vida. Cuan ñabíe guiarra ere lo pichó del mon, pero cuan no ñabíe, te acostumbráes a entrenat y a fe lo vago. Ya ton enrecordeu de eisse dit: “eres més vago que la chaqueta de un guardia”. Perque mentres te entrenáes la chaqueta te donáe nosa y entonses la dissáen penchada a la sombra y aissí la chaqueta sempre estáe descansán, sempre estáe fen lo vago. Pocs tornáen al poble.

Pero aissó al rey no li importáe, cada añ, dels chics de cada poble que cumplíen la edat de aná a la guiarra, passáe lo triadó real y fáe una escabechina, dic un sorteo y una quinta part al ejérsit.

Ara entendreu de a on ve lo nom que se ha quedat de los “quintos”, de eisa “quinta” part o milló de eise 1/5 (UN QUINTO) dels homens nascuts al añ que, arribada la edat, tindríe que disá lo poble y pillá les armes y hala! a luchá per eise mon de deu.

De lo particulá un quinto (1/5 ), se ha passat a lo cheneral “LOS QUINTOS”. De ahí ve lo nom que se ha quedat pa cridá a los que náissen al mateis añ.

Pero com sempre, ñabíe garrama y a piarde los pobres; lo sorteo ere o cuartos (dinés) o sang (persones). Entonses lo que teníe dinés pagáe y se lliuráe y los demés a pagá en persones (en sang) a la guiarra.

Als soldats casi sempre sels ha pagat, pero mal y poc. Al seu chornal se li diebe “soldada” de lo miserable que ere, pa distinguíl de lo que se pagáe a la chen normal, me imagino que lau sentit nomená. An algúns puestos al sueldo tamé se li diu aissina “soldada”.

Tan bona va sé la idea que tres sigles (1700) més tart, lo rey Felipe V, u va estendre a tota España, bueno a tots los seus terrenos. Enrecordéuton o dines o sang, un home de cada sinc, un quinto.

La chen del poble ere obedienta y fáe cas al seu rey, pero tamé pensáe en los veíns que teníen la mala sort de se triats, de que los haguere tocat la sort o la mala sort de tindre que dissá lo poble y marchá a fe la guiarra vuit añs per lo menos. Entonses van pensá en achudáls de alguna manera. La chen donáe les coses que podíe a la familia del quinto, a camins pa achudál a ell, pos al ejérsit no se mincháe prau be, asó seguiríe hasta los meus tems, y unes atres voltes, pa achudá a la familia que se quedáe al poble y ademés perdíe uns brasos pa achudáls a fe los trevalls del campo, los dissaé empobrits cara a los que se podíen quedá a seua casa, perque no habíen segut triats. Per aissó los que habíen tingut eisa sort eren los que més achudáen als perjudicats. Ñabíe com una hermandat o familia entre tots los que habíen nascut lo matéis añs.


Los quintos 3. Soldats 2.

Tersera:

Assó va seguí mol tems: “tens que achudá al teu rey: dinés o sang”. Sempre ere dur, pero més en los tems en que teniem part del terreno al atre costat del mar, a Hispanoamérica y pichó cuan aquells pobles se van voldre independisá de natres y van escomensá a luchá contra los virreys que ñabíe allí.

Entonses se veíe mol clá la desgrássia de la pobresa. Los que teníen cuartos pagáen pa que los seus fills no anaren a ultramar, a cambi passáe que si faltáe chen, ademés dels quintos ne triáen algún més y tots al barco y, casi sense entrenamén, a luchá an aquell puesto que plovíe un día sí y dos tamé, y te teníes que maure per uns fangals tremendos, casi tot ere fang. Qué pocs ne van torná. Y los pobres que u van podé fe, en quines condissións van vindre, lisiats, mich bochos, alcoholisats, arrastrán alguna que atra de les enfermedats noves que ñabíe per allí. En una palabra, un desastre de persones, ya no eren coneguts.

Lo de achudá los que no habíen tingut que aná als “soldats” va seguí funsionán, inclus ñabíe alguns que, si teníen dinés, los achudáen en cuartos, sobre tot los que se habíen lliurat.

Cuarta:

Les coses van cambiá en ve de está vuit añs, estáes quinse mesos, pero a cambi en ve de triá un quinto, mos van convertí a tots en quintos, ya no ere una quinta part la que teníe que aná a entrenás pa la guiarra, ara anáen tots los homens, menos algúns que la familia o ells teníen problemes.

Voldría enrecordám de quí se lliuráe: aquells que lo pare estáe impedit o teníe mols añs, sempre que no ñaguere un atre chermá que estare a casa pa podé achudá als trevalls. Tamé ñabíe una lista de problemes que podíen tindre los chovens pa lliurás, tindre los piaus plans, les plantes dels piaus, planes; se michulls, me paréis que ere cuatre dioptries o més al dos ulls y unes atres enfermedats com si no estáe complet, li faltaé algún bras o alguna garra, en fin los desgrassiats. La llista de lliurás ere llarga, pero, al remat, que pocs se lliuráen, teníes que demostrá mol bé que estáes dintre de la llista.

Parlán de asó me ve al cap un home de la Aldea que teníe una garra ferida y en eises van “cridá a files” (van avisá que teníe que aná a fé la mili) al fill que teníe a casa. An aquell tems encara no ñabíe michos de transport, entonses el va pillá y, chino chano, sen va aná caminán a Madrit pa dils que teníe la garra ferida y nessessitáe al seu fill a casa, que teníen que lliurál pa fe los trevalls de casa que ell nols podíe fe per tindre la garra mal. Com es normal al veurel allí, van pensá que no tindríe tan mal la garra cuan habíe anat caminán desde l’Aldea hasta Madrit, a la bora de cuatresens sincuanta kilómetros, mesos caminán. Lo chic no se va lliurá. Va fe la mili com un més.

An estos añs ya aparéis “La Replegá”. Es un recuerdo de lo que se faé avans, mol ben pensat, perque se fa a la festa de Santantoni (aissina tot chun), que quede prop del tems de la matansa y lo mondongo y tot lo món te algo que doná, prinsipalmén coses del “gorrino”, encara que se admitís tot. Ña che que done pastes, conills, pollastres, gallines, cocs y hasta pataques, aus y olives.

En estes coses, an algúns pobles, més tart, se fa la subasta, si la replegá se fa per de matí, la subasta, com una rifa, per la tarde. Al acte acudíen les cuadrilles, ya sabeu que es la forma de funsioná la chen a mols pobles, se posaén les coses replegades a una taula y se anáen fen lotes y se oferíen a la chen, per dinés, hasta que una cuadrilla se quedáe sola en la oferta, no la pucháe dingú, entonses se li donáe a la cuadrilla que fore a cambi dels dinés.
En lo total que quedáe al acabá, los quintos fáen una festa. Eise añ ere dells, y hasta presumíen pintán alguna paret “vivan los quintos del añ que fore.”
Lo que avans ere lo sorteo, pa veure quí de cada sinc teníe que fes soldat, ara que anáem casi tots a la mili, se habíe convertít en “sorteo del destino”, es di a on te habíe tocat fe la mili. Lo destino normal ere: “Saragossa o al charco”. Saragossa ere casi sempre lo destino de la chen d l’Aldea. Lo “charco” ere lo mar, los destinos del atre costat del mar: Ceuta, Melilla, Canaries o Sahara. Eise ere un destino pichó, ruin, casi sempre a la Legió y allí la vida ere dura, mol dura. Tamé ñabíe chen que anaé a unes atres provinsies de la península, pero eissos eren los menos.

Ñabíe una manera de saltás lo “sorteo del destino” y ere anán voluntari, eissos mosos marcháen avans de la edat y estáen més tems “cumplín”, pero a cambi podíen tría la siudat a on volíen está y a que Unidat del ejersit volíen fe la mili. Algúns triáen hasta la marina, a pasá añ y mich damún de un barco.

Encara estáe un atra manera de fe la mili, eren les milissies. Estos solíen se chics que estáen estudián cuan los arriváe la hora de incorporás, entonses la fáen més tart, crec que als estius pa no piarde curs de estudiá, en tandes de tres mesos. Tres mesos de campamén, tres mesos com a cabo primé, tres mesos com a Alferes de Complemén y sis mesos com Alferes.


Quinta:

Al arribá la democrássia, 1978, va arribá tame lo fin de la mili, van dessidí que los soldats foren professionals. Com una carrera més y aisí es ara. Se han guañat algunes coses, se han perdut unes atres.

Ña que resaltá les Unidats Militars de Emerjánsia que fan un trevall ejemplar, están mol preparats, pa inundasións, pa focs, pa terremotos, pa totes les desgrássies. Eisa sí que es una bona manera de fe la guiarra.

La replegá, la subasta y la festa me paréis que seguís funsionán com raderamén, encara que ara los quintos sol u son de nom, ya no ña sorteo, ya no ña mili.


Algún partit a la seua propaganda, parle de tornála a posá.


Los quintos 4. Amics 1.

La familia dels quintos:

La machoría dels camíns los pares eren de unes edats similars y entonses los menus solíen naise als matéissos añs.

Los que naissíen lo matéis añs eisos eren quintos, desde eisse momén estáen destinats a se amics. Anáen chuns a escola, anáen chuns de cuadrilla desde mol menuts, chugáen chuns y fáen les travesures chuns.

Me enrecordo que un añ, sen mol chove, eren les festes de San Miquial, lo gran, les festes del setembre. Normalmén cuan ere tems normal a misa solíem “achudá” o sigue se monaguillos una parella de sagals, los domenches y los entiarros me paréis enrecordám que ne erem cuatre. A les festes machos sis o vuit. Cuan acabáe la misa, lo siñó alcalde diebe unes palabres a la Plassa y pa acabá se preníen unes pastes al Achuntamén. Sempre ñabíe algún espabilat que se saltáe les palabres del alcalde y entráe directamén al Achuntamén y empreníe les pastes y los licors. Cuan entráen les autoridats totes les taules plenes de molles dels armelats, les tasetes brutes de haber vegut, en fin un desori.

Eisse añ, lo alguasil mos va dí als monaguillos, ya que natres tamé partissipáem de les pastes, encara que no dels licors, perque erem menuts, “pucheu al salón y no disséu que entro dingú hasta que acabo de parlá lo siñó Alcalde”.

Imaginéutos sis o vuit críos de siat o vuit añs, guardán unes taules plenes de bandejes de pastes, la rabosa guardán lo galliné. Al prinsipi estáem a la bora de la escala pa que no puchare dingú. Lo discurs del Alcalde se allargáe. De momén un més espabilat que los demés, diu: “si ne probem una no se donarán cuenta” y ¡hala! ne vam probá una, pero una cada ú. Chaics los mantecats están mol bons, diu un. Y los armelats tamé, conteste l’atre. Veniu a probau. Vas escomensá a probá les bandejes, ara esta, ara aquella.

“Chaic ting la gola seca, casi me atraganto y ¿si probárem un poc de anís? Dingú se donaríe cuenta. Com no teníen “medida” dels efiactes del licor, tasseta plena de anís, per adins; “pos a mon pare li agrade més lo coñac”, tasseta plena de coñac, per adins. Ara, ya farfullán un poc “al fin y al cap, com ña tanta chen no se enterarán”.

Y claro que se van enterá, cuan va puchá lo alguasil a dona volta, perque no mos sentíe parlá, allí que estáem tots tirats per les cadires, mich borrachos, les taules plenes de molles, alguna tasseta que se habíe vuidat damún de la taula, en fin un follón, mol gran.

Mos va envía a tots al carré, com vam podé, agarránmos uns als atres pa no caure, en un gran mal de cap, van podé arribá a casa, allí algúns van vomitá, uns atres sen van aná diriactes al llit, pero alló encara ere pichó, lo techo sol faé que doná voltes com una noria y lo burro al mich.

Bronca dels pares. Eisses festes ya ñabíe comentari pa fe. Los monaguillos eren uns borrachos, claro habíen deprés del siñó retó que sempre estáe bebén en les mises.

La escola ere un atre campo de entrenamén, algún cami a michdía a buscá llidóns, y per tan arribá tart, “para la ma, regletá”, “ara tú” y tú que ya habíes sentit lo mal cuan li habíe pegat al de daván, escomensáes a plorá, “regletá” y aissí tota la cuadrilla y ara tots en llibres a les mans, mirán a la paret y qui baisso la ma, “regletá”.

Y mentres tan, los demés a cantá: dos por una, es dos; dos por dos, cuatro, dos por tres, seis y aná seguín.

Alló eren aventures y no les del agüelo “Sebeta”.

Tamé ñabíe chocs, les boletes, lo tello, lo marro, polissíes y lladres y al remat hasta lo fútbol.



Los quintos 6. La mili 1.

Y va arrivá lo día, presentassió a Teruel; al tren y cap a Saragossa, al mateis compartimén un grassiós me va gastá la primera novatada, se va fe pasá per un compañ més antic, bueno com anáem beben, no me vach enterá mol. Después y encara ara es un bon amic meu.

A la estassió del Portillo mos esperáen uns autobusos pa portamos com a cordés al C.I.R nº 10, a San Gregorio. Los veteranos mos fáen aná com si forem un bestiá, se notáe que avans los habíen portat a ells igual.

Ña algúns que han nascut en sort. Al día siguien, fen la instrucció del primé día, caíen imaginaries, cuines y letrines, al primé descuido; se notáe que eissos trevalls los fáen los veteranos hasta que vam arrivá natres. Tots formats, se arrime un atre veterano en un papé a la ma y parle en lo nostre y aquí ve lo de la sort. An aquell papé estáe lo meu nom, com ya era polissía secreta, directamén, sense cap de instrucsió vach pasá a formá part de la “segunda secsió bis”, una espessie de servissi secret dintre del CIR.

Yo vach acompañá al veterano a la ofissina del Comandán, primera sorpresa lo veterano y lo comandán eren o proveníen de Valderrobres, estaba a casa. Tots los díes, al eixecám directamén a eissa ofissina.

Seguís la sort. Ara, segú que tos enrieu de lo que tos vach a contá, pero a mi me va serví. Ñabíe un recluta que mos habíen arribat notissies que veníe “chocolate” o sigue “hachich”, en aquell tem y més dintre de un cuartel, aissó ere un pecat mol gran.

A radera hora de la tarde ñabíe solta, cada u podíe fe lo que vullguere, uns se dedicáen a estudiá, uns atres, mols, a escriure a la familia y sobre tot a la novieta que habíen disat al poble y que allí los esperáe plorán, atres a cusís algún botó que sempre caíe, a llimpiás les botes, teníen que está relluentes, sino ya sabíes imaginaries, cuina o letrines.

Pa acabá ñabíe chen que se passáe eisse tems a la cantina, ensomián que estáen fen una servesa al bar del seu poble, en los seus amics. Les cantines teníen com un dret espessial, al entrá te lleváes la gorra y ere com si te hagueres llevat la mili de damún (dic com, perque después tos contaré algo que tos donará cuenta de que algú camí no ere aisina), ere com si tots, allí dintre, forem iguals, sense galons ni estrelles.

Natres los de la V.M. (Vigilánsia Militar), uns anáen de uniforme y un atres anáem de soldats, com los quintos normals, sense distinguimos en res, com si forem agentes secrets. Habíem vichilat al recluta sospechós y habíem vist, que parláe en algún atre recluta, sen anáen al váter y al ratet eissíen cada u per un costat. Lo sospechós cap a la barra, l’atre corrén cap al carré, a on li esperáen algúns amics, un ya estáe traén de la borchaca menuda de la guerrera lo papé de fumá, y tots mirán a totes les direcsións pa que nols seguire dingú, sen anáen cap als pins, ya sabíem pa qué, pa fes algún “porro” (tabaco en hachichs) y fumalse entre tots. Fáen un rogle y se anáen passán lo “canut” (lo sigarro) de un al atre hasta que se acabáe, a ver quí podíe pegá la chupada més gran, pa aspirá mes fum quels demés.

Lo vam vichilá varios díes, a ell y als dels pins, pa aseguramos; cuan ya vam está segurs, lo vam dissá un fin de semana que eissire de “passe” y van prepará la “operasió” pal dilluns per la tarde, convensuts de que habíe aprofitat eissos dies pa vindre ben provit de “material”.

Dilluns, sis de la tarde, per fora de la cantina una parella de VM uniformats, com sempre estáen, dintre lo grupo nostre escampat, dos a la redolada del váter y los atres cuidán les portes, dissimulán, claro. Lo comandán nervios al seu despacho esperán lo resultat, si eixie be li u teníe que dí inmediatamén al coronel jefe del CIR, pa demostráli que lo grupo funsionáe. Si u conseguíem ere una gran servisi, llevá del mich a un traficán de drogues; sone mol fort, pero an aquells tems ere aissina.

Aquell día, serie per los ñervis de la espera, mos va paréisse que lo recluta va tardá en vindre, pero al final va aparéisse; tots preparats. Al poc un aspirán que se li arrime, lo habíen vist uns atres dies fe la matéissa operasió. Parlen, sen van cap al váter y al ratet ixen un en cada direcsió. Los dos que estáen a la bora del servissi paren al traficán y lo trauen al carré, allí lo de la porta y la parella dels de uniforme ya teníen al compradó.

Tots cap a la ofissina. No estáem equivocats, lo compradó, tot atemorisat per lo que habíe fet, va confesá enseguida que li habíe comprat, com uns atres díes una “china” pa fes un porro, no mos va dí lo de la chen que li acompañáe a fumá, tampoc natres li vam preguntá.

Li va tocá lo turno al “traficán”, li habíen rechirat totes les borchaques y no li habíen trovat res, ell se fáe lo presumit que perqué lo habíen detingut si ell no habíe fet res.

Lo comandán me va cridá al seu despacho, impassién, a lo milló teníe més confiansa en mi al se de la tiarra. Me va dí que passarem al traficán. Este va entrá tot chulo, convensut de que sen aniríe lliure. La parella de uniformats, un a cada costat del sospechós, no sen anare a escapá. Lo comandán va fe valé les seues estrelles y lo va maná posás firmes. Después, sense haber quedat en res, me va dí que lo interrogara. Allí daván, com si fore un teatro. Yo li vach dí que teníem a la persona a la que li habíe vengut varios camíns y que lo habíem vichilat y que sabíem que ne “veníe”. Ell mol tranquil, va seguí dién que ere mentira.

Lo comandán me miráe, com dien que a on estáe lo polissía que ñabíe en mi; que tenía que traure algo de allí, sino quedáem mal tots. Entonses los agüelos del atre costat, me van parlá a la orelleta y me van doná una idea. Me vach adelantá y com no habíem trovat res a les borchaques, li vach dí que se baisare los pantalón, allí daván de tots, aquells pantalons eren com uns “bombachos” y se claváen dintre de les botes. Me va preguntá que ¿per qué u teníe que fe daván de la chen? Yo li vach insistí, que no mos anáem a assustá, que tots erem homens y grans. Li vach dí primé llevat les botes y ahí es cuan la sort va vindre.
Ell se va achinollá en la garra dreta y va escomensá a soltás los cordóns de la bota isquiarra. Yo lo notaba menos tranquil que fáe un rato y entonses se me va ensendre una llum. Yo cuan me llevaba les sabates primé posaba lo chinoll isquiarro an tiarra y me soltaba la bota dreta (a lo milló vatres no u feu igual), entonses chugánmu tot a una carta, li vach dí: “Val, ya no fa falta que te soltos la bota isquiarra, soltat la dreta”. 

Lo comandán me miráe y pensáe, “¿per qué u fará? Pero ell es lo profesional, a ver que pase”. Se va llevá la bota dreta y no res. Lo comandán escomensáe a desconfiá. Pero me vach arrimá an ell y li vach eixamplí lo pantaló, lo bombacho, y al aubril, va caure an tiarra un tros de “hachichs” com cuatre tomes de chocolate. (Grasies agüelos per achudám).

Lo recluta se va esfonrá totalmén, “que ya no u faríe més, que no li enviaren a la preso, que estáe arrepentit”. Yo en lo tros de “Hachichs” posánlo dintre de un sobre. Lo comandán ensomián, encara no se u creie, va pillá lo sobre y sen va aná al despacho del coronel. Mes tart venga preguntám per qué li había fet cambía de garra, yo no u sabía, va sé la intuisió, a camins te pasen coses de estes.

Los quintos 7. La mili 2.



Les primeres: la machoría de natres apenes habíem eissit del poble y allí a base de entropesons, depreníes a caminá per la vida; te anáes fen un home. Qui volíe aprofitá lo tems u podíe fe. Va ñaure mols que van torná en lo carnet de conduí; uns atres sabén escriure y llichí, pos an aquells tems encara ñabíe chen que no habíe anat a escola; uns atres eissíen sabén maná, perque habíen arribat a cabos o a cabos primés, o sino simplemén per se veteranos ya solíen dirigí la instrucsió de un mun de reclutes y damún según a on anáen destinats, hasta cuatre cridaméns de novatos passáen per les seues mans. Depreníes, encara que no sempre de bones maneres lo que ere la Autoridat, Pero damún de tot coneissíes chen, eissíes en un mun de amics, casi tots habíen nascut lo matéis añ que tú, eren quintos teus.

Normalmén dintre del Cuartel solíes desdichuná y diná, pero sená casi dingú anáe, perque acudíe poca chen, y casi totes les nits te tocáe replegá, sino fregá. Entonses la chen, anáe a la cantina, allí te veníen de tot, compráes una barra de pa y la umplíes en algo que te hagueren enviat de casa y sino a radera hora en una lata de sardines o de anchoes y ya estáes brenat y senat. Estos minchás los solíes fe en la colla de amics, encara que no tots los díes foren los matéissos
Cuan algú anáe al seu poble solíe torná en un “paquet”, eisse día los demés compráem lo pa y lo vi y mincháem tots del poble del nostre amic. Ere com un recuerdo de Santantoni. Erem quintos.

Les coses ruines: primé de tot ere, lo añ que perdíes, sino sabíes aprofitá lo tems. Después les novatáes, los abusos de autoridat que ne ñabíe. A algún los galóns y les estrelles en ve de portals a les muñiques o als muscles, les duyen al fron y no u dic per la gorra, claro. Finalmén ñabíe alguns que depreníen lo ruin, a beure masa y a no fe res. Borrachos y vagos. Trevalls ruins.

Dels abusos de autoridat ting un cas:

Un día, a la cantina, a on ham dit que en teoría tots erem iguals, va ñaure un recluta que va ressibí la visita de la seua novia, habíe vingut del poble, una chica presiosa, guapa a on les ñan. Se van sentá a una taula, la chica ere lo sentro de atensió de tot lo mon. A la barra van caure dos alféres de complemén que tamé se van doná cuenta de la bellesa de la dona. Y com allí ells eren autoridats se van arrimá al recluta. Ell estáe de esquena y nols va veure arribá. “Recluta, no saps veure als teus mandos, no has vist les nostres estrelles, no veus que tenen sis puntes, cuadrat y ya tens una falta de considerassió a un més alt, en públic. ¿De quina compañía eres y qué número tens?, te presentes al cabo furriel de la teua compañía y li dius que te apuntes voluntari a la tersera y la cuarta imaginaria de esta nit, después anirem a comprobá si has obedit.”

Lo chic, tot avergoñit se va cuadrá dabán dells y los va doná la compañía y lo número. Tota la cantina se va dona cuenta y se va fe un silensio total. No ñabíe dret, alló ere un abuso, pero dingú se va atreví a di res, no li tocare a ell fe les atres imaginaries ¿A qué esperes, corre a parlá en lo cabo y no te preocupos de la teua novia, ya li farem natres compañía”.

Lo chic se va despedí de la seua novia y sen va aná a cumplí la orden.
La chica, va reacsioná mol be y los va dí que no teníe res que parlá en ells, se va eissecá de la taula y sen va aná a pillá lo autobús. Habíen trencat una bona tarde de dos enamorats que fáe tems que no se veíen.

Los alferes un poc cabrechats per lo despréssio de la dona, sen van aná al carré. Pero sol eissí se van trová en un recluta de la Aldea que los estáe esperán. “A les seues ordens los meus alferes, soc de la ofissina del comandán X, hay vist lo que ha pasat, vach a prende nota dels seus noms y sino los importe, demá, a les nau cuan vingue lo comandán, los esperem al seu despacho, ya parlarém en los capitáns de les sues compañíes”.

Ells se van doná cuenta de lo que habíen fet y que estáe mal. Seguidamén lo de l’Aldea que habíe escoltat la compañía de la que ere lo recluta sen va aná allí y va parlá en lo cabo furriel, aquell chic que encara estáe parlán en lo cabo, insistíe en fe les imaginaries, sino pensáe que la seua novia no podríe torná a veurel cap de día més. No va cumplí lo castic, lo cabo furriel u va entendre mol bé.

Al matí siguien cuan lo aldeá va arribá al despacho, ñabíe dos alferes esperánlo. Li van demaná que los ressibiré declarasió y que los perdonare, que no sabíen lo que fáen, que portáen dos serveses. No podíe se aissó, teníe que sé un ofissial de més graduasió que ells qui u fare. Ells insistíen que renunsiáen a eisse dret. No se va podé fe. Del despacho van eissí destinats cap a Jaca, la Brigada de Alta Montaña. Ben llun de la familia. A Jaca tamé ñabíen chiques mol guapes.
A dos quintos, que a lo milló eren bona chen, lo mando los va sentá mal, una estrella de sis puntes, lo va fe creure que podíen volá mol alt, lo ruin es que no portáen paracaídes /paracaigudes se diu?/ y lo aire va pará de bufá.

Passats dos añs, tornat a la vida sivil, un día estaba prenén un café al bar de un amic a Teruel capital, ere lo meu destino y ve lo camarero y me diu: “estás invitat”. Yo me poso a mirá y no coneissía a dingú. Li miro al camarero y en lo cap li pregunto ¿quí me ha invitat? Ell me señale cap l’atra punta de la barra, allí ñabíe una parella de chovens, ella mol guapa. Yo no me enrecordaba de res, pero per educasió me vach arrimá a donáls les grássies. Lo chic se va dirigí a mi y me diu: ¿no se enrecorde de mi? Li contesto “perdona, pero no”. “Li presento a la meua dona, ella li ha conegut; fa dos añs, vusté me va achudá y grássies an alló seguisco creen en la chen. Va sé per una cosa que va pasá a una cantina del CIR 10, la meua novia me va contá que, mentres esperáe lo autobús, va veure com vusté los paráe los piaus a una parella de chulos, per més estrelles que portaren”. “Si que me enrecordo, pero no tos haguera conegut, son coses que pasen, no feu cas, olvidéu alló, no tots son com aquells”. “Ya u van veure y avui estarem mes tranquils de haberli pogut torná un gran favó, en este café. Grássies”.

Allí ñabíe bona chen y se fáen amics, encara que después nols tornares a veure en la vida. ¿O sí? La realidat es que erem quintos.

Les aventures del agüelo “Sebeta”: Los quintos 8. La mili 3.

A la mili tamé ñabíen coses ruines: entre atres los abusos dels que ya han parlat, los cástics y les novatáes.

Los cástics més importáns eren les imaginaries, les letrines, la cuina, la retirada del pase y lo retrás en la entrega de la viarda-blanca.

Imaginaries: Per de nit: 23-24, 01-02, 03-04 y 05-06, a eissos turnos ñabíe un de la compañía que estáe de imaginaria, es dí cada dos hores un recluta estáe despiart, donán voltes per la sala a on estáen les lliteres, per si algú dels que dormíen se posáe mal o nessessitáe algo, o cridáe: “imaginaria, agua” y ell te portáe la pichela, sí la pichela, /pichella?/ o lo que nessesitares, al mateis tems se cuidáe de que dingú molestare als demés, que los dissare dormí.

Les letrines: eren los váters. Los nostres eren silvestres, estáen fets al campo, un poc separats del campamén pa evitá les olós. Habíen fet uns clots, redons, fondos y damún habíen posat uns asientos, cada asiento estáe rodechat de parets de fusta en una micha porta. De cuan en cuan los forats se umplíen, entonses ñabíe que tapáls per lo de la oló y a fen uns atres un poc més llun y a transportá los tabics y les portes.

La cuina: allí te tocáe de tot, desde pelá pataques, sacs y sacs, hasta frega una pila de plats que no se acabáen mai. Lo día que te tocáe servíes als demés.
La retirada del pase: cada fin de semana, casi tots teníem lliure, aisó ere tindre “pase”, pero sempre se teníe que quedá chen pa cubrí les nessessidats de la unidat, normalmén ere una cantidat menuda de persones y los castigats.
Lo retrás en la entrega de la cartilla militar (viarda al prinsipi, blanca después): cuan se acabáe la mili, uns díes abáns ya se sentíe que estáen preparán les cartilles, la viarda o la blanca, según la época, les entregáen per grupos. 

Entonses tots esperáem en moltes ganes eisse momén, perque en cuan teníes la cartilla a la ma, habíes acabat, ya ten podíes aná a casa. A eisa cartilla ñabíen datos de la teua mili y a on te teníes que presentá si un día te tornáen a cridá, per ejemplo en cas de decretás lo estat de guiarra o de que ñaguere guiarra de verdat. No tos podeu imaginá lo que suponíe sabé que per alguna falta o alguna tontería, la teua cartilla desapareissíe del día que te tocáe marchá y te la retrasáen encara que sol fore una semana, eissa semana ere la més llarga de la teua vida.

Ñabíe cástics merescuts, pero uns atres que no ñabíe dret, per ejemplo, los dos radés que arribáen a les formassións ya sabíen que estáen castigats y al día sen fáen cuatre o sinc formassións.

De totes maneres com eissos “servisis” ñabíe que fels, si no ñabíe castigats, se fáen per lista y per ells passáem tots. 

 Al campamén ñabíe vuit barracons, cada barracó dos pisos, a cada piso una compañía, cada compañía uns dosséns sincuanta reclutes, uns cuatre mil reclutes, més la Unidad de Servissis, los veteráns y los mandos. A la bora de sinc mil persones.

Les novatades: eren bromes que normalmén los veteráns y a camíns los mateissos reclutes los fáen al seus compañs.

Ya tos hay contat més a mun que a mi men van gasta una al mateis tren, cuan anáem a incorporamos.
A part dels polvos pica-pica y les bombes fétides, que tots coneissém, ne ñabíe unes atres: la del colorán, la desaparisió del petate (ere la bosa, com un sac de cuero, a on guardáes totes les coses teues, inclús la roba), la petaca, la pavana, lo ofissial etc.

Per de matí cuan tocáen diana, pa eissecás, teníes lo tems chustet pa aná al váter, vestit y formá y si arribáes dels dos radés, castigat. Passáen lista pa veure si estáen tots, después teníes micha hora pa afeitat y fe lo llit, que estáe tot lo día fet damún de la llitera.

Lo colorán: se quedáen una caissa de colorán de la paella, cuan los tocáe cuina, después per denit, cuan habíen tocat silensio, al que li tocáe imaginaria, l’home estáe fen rondes tan tranquil y mentres tan uns garramosos li aubríen lo llit, li espolvoreaben lo colorán per dintre y lo tornáen a tancá. Cuan lo recluta acabáe lo seu turno, casi a escurines, arribáe al seu llit, se claváe dintre y a dormí. Al matí cuan se eissecáe, tot colorat, en un colorán que tardáe mol en marchá. Segur que eisse día arrivaríe tart a la formasió, ya ñabíe un castigat.

La desaparisió del petate: te chitáes tan tranquil y cuan escomensáes a ronca, un atre garramós pilláe lo teu petate, en la teua roba y lo traíe al carré y lo posáe damún de un albre. Al tocá diana, tú per amún, te lleváes lo pijama y resulte que no trováes la roba pa vestit, tampoc estáe lo petate, pero dingú te fáe cas, tots a formá, tú te posáes atre camí lo pijama y eissíes a formá, descals y en pijama y damún veíes lo teu petate penchat del albre a on estáes formán, un atre castigat, y no ñabíe escusa.

La petaca: lo llansol de damún, lo retiráen de la part de abais, lo dobláen per la mitat, lo traíen y lo engancháen com si fore un atre llansol de bais. Cuan te anáes a clavá al llit, sol te entráen les garres, venga espentá y espentá y no podíes entrá més hasta que esgarraés lo llansol o caíes en la garrama, eissecáes lo llit y lo tornáes a fe, si te pilláe lo cabo eisecat despues del toque de silensio, un atre castigat. O sigue teníes dos penitánsies la novatada y lo cástic.

La pavana: esta se fáe normalmén als marinés. A un tros de pa li ficáen un anzuelo, lligat a un sedal. Per lo voltán dels barcos sempre revoloteáen unes gaviotes mol grans, les dieben “pavanes”, estáen mortes de fam, en cuan veíen lo tros de pa, ya estáen damún, ne engancháen una y la posáen dintre del llit de un recluta, entre los llansols y agarráen be la roba pa que no puguere escapás. Cuan arriváe lo recluta, al aubrí lo llit, no sol ere lo susto al veure que algo eissíe de davall dels llansols, sino que eisse algo, mentres habíe estat allí dins, per la po que teníe, se habíe fet de tot, y anda! que cuan se fiquen a fen, no ne fan eissos bichos. Aiso casi no ere una novatada, ere pichó.

Lo ofisial: un dels veteranos se vestíe en la roba de un ofisial y sobre tot per la tarde a la hora del paseo, anáe per les literes y an algúns que estáen llarcs tan tranquils estudián, llichín o escribín a la novia, los donáe un susto. “Recluta! Firmes, saluda. Com no has estat atento y yo podía haber segut un enemic y a sabé qué podíe haber passat, presentat al ofissial de guardia, un día de calabós”. Lo pobre recluta tot amoinat anáe al cos de guardia y lo ofissial cuan lo veíe vindre, com ya estáe acostumbrat, li contáe la novatada. “Hala! vesten y que no te engañon més.”

Y aissí passáem los dies, erem quintos.

Los quintos y 9. La mili 4.

De totes maneres a on ña tanta chen, ña de tot y ademés ña algúns díes que no se pot evitá lo barullo, lo soroll. Me enrecordo que la nit avans de chura bandera ere com un día de despedida. Lo comandán teníe po de que ñaguere algún follón y me va demaná que eissa nit, per favó, me quedara al campamén. 
Normalmén yo tots los díes a la hora de diná baissaba a Saragossa y per les tardes trevallaba a la Jefatura de Polissía.

Eise día me vach quedá; tota la tarde, tranquila, bueno alguna borrachera de més, pero normal. Lo toc de silensio, tota la chen estáe a les seues compañíes. Enhorabona, ha eissit be. Sí, sí… De repén les llums del edifissi de les compañíes quinse y setxe se ensenen y se sentís un gran follón, corrén en los soldats de Vigilánsia Militar mos presentém allí.

Una compañía li habíe declarat la guiarra al atra y l’atra habíe contestat, no ñabíe pau. Guiarra total. Pero guiarra de coixins, algúns reventats dissáen volá la guata, alló pareissíe un galliné, bueno dos, pos la guiarra se anáe moven de un piso al atre.

Los de la VM se van dividí la mitat a bais, la mitat adal, los pitos sonáen a tot lo edifissi, ¡a formá! Tot lo mon daván de la seua llitera, ya! Al matéis tems alguna esquena va probá la porra. Estáe reñín contra un coixí y per detrás li va arribá la garrotá.

Als sinc minuts teníem la situasió dominada, pero la cosa no podíe quedá aissí. Tots estáen formats en silensio. “Tot lo mon a formá al carré daván de la compañía.”

Me van fé cas, pero yo tenía un inconvenien, com no había fet instrucsió, no me sabía les palabres pa les ordens. Pero entre los homens de la VM que rodecháen a les dos compañíes, ñabíe un cabo primé reenganchat (va a arribá a comandán y cuan mos veem per Saragossa encara mos saludem). Lo vach cridá: que formon les dos compañíes y una detrás del atra marcha a pas ligero, espero que dos hores de marcha los tranquilison prau y los disson cansats pa dormí lo que quede de nit.

Per alguna finestra dels atres barracons encara se va sentí algún chulit, pero la cosa no va aná a més. Les compañíes formáes corrén al voltán del campamén, natres daván, als costats y detrás dells, a les dos voltes yo ya no podía més, vach maná parás y torná cada u al seu barracó y al seu llit. Ya ñabíe prau cástic, per lo menos pal meu cos que no habíe fet cap de mal.

No se va sentí res més en tota la nit, a lo milló va influí que la VM en parelles vam está donán voltes al voltán de les compañíes. Y aissó que al día siguien teniem chura de bandera, pero después tindríem una semana de vacassións hasta que vinguere un atre reemplás. Uns atres quintos.
Cuan arriváen yo, si me enteraba de algú que ere de la nostra tiarra, lo solía recomená pa la VM, allí no se vivíe mal.

Mentres, tota la mili, cobráem un sueldo de unes trenta pesetas al més (uns vin siántims de ara). Casi teníem pa brená un día. Perque yo an aquell tems, un añ avans, había estat trevallán de pintó de brocha gorda y guañaba mil pessetes (6 euros) a la semana y ne pagaba 700 de pensió. Pero eisa ere un atra vida ya pasada.

Y va arribá lo día de “la blanca” y en ella mos van doná lo pase pa torná a la nostra vida normal, la sivil, encara que sempre seríem quintos.
A l’Aldea, desde fa uns añs, tenen la costúm de fe una festa als quintos cuan fan los sesanta y sinc añs. Natres van tindre la nostra, en una gran alegría de torná a véuremos después de tans añs, encara que va ñaure algúns que no van podé vindre, va sé una llástima, ere una bona oportunidat pa habernos trovat tots atre camí. 

Va sé un día de recuerdos, de torná al ball de la carretera, als guateques, a les peñes, “pues tu a mi me agradáes, pero com ya teníes novio” “Ay, tonto si me hu hagueres dit” En fin hu dissarém pa la atra vida, si es que ñá un atra.
No ña duda de que la amistat que nais a la niñés dure tota la vida. A los añs passats, cuan la vida ha vollgut que per casualidat mos hasquem trovat en algú de la quinta, en cuan mos reconeisiem tornáem a sé críos, estarem a on estarem, tornáem a parlá en chapurriau y la mateissa confiansa que teníem de menuts, tornáe a está viva y mos se passáe lo tems sense donamos cuenta, charrán, charrán, ¿de qué? Aissó no importe habíem estat chuns. Hasta sempre quintos.

FIN.

Los quintos, mili, sebeta, Luis Arrufat